El orgullo de la tradición
Martínez*
En los últimos años hemos protagonizado muy buenas noticias por lo que respecta a la recuperación y puesta en valor del patrimonio en nuestro municipio. La restauración de las murallas renacentistas, el Plan de Dinamización del Castillo y sus catas arqueológicas, la rehabilitación de la Torre Badum, Les Fontetes, el Peiró de la Creu, la declaración BIC de los tesoros pontificios, la recuperación de la Caserna del Pebret, entre otras, nos llenan de orgullo y ponen de manifiesto que querer es poder y nosotros queremos que nuestro patrimonio luzca inmejorable.
Estamos trabajando por la puesta en valor y el reconocimiento de nuestras tradiciones, proyectando un nuevo museo etnológico enfocado en nuestras danses y múltiples proyectos que iremos desvelando en los próximos meses.
Mañana celebraríamos nuestra romería a la ermita de Sant Antoni, que ha venido sumando mejoras en los últimos años gracias a la incansable tarea de la Asociación Pro Restauración, mejoras que hoy disfrutamos todos.
Mañana no podremos procesionar hasta la ermita acompañando a la imagen de Sant Antoni con el gozo de aquellos que hacen lo que sienten, que hacen lo que deben hacer, con nobleza, con honestidad, con valentía y con la convicción de que la tradición y el patrimonio son los cimientos para el crecimiento de un pueblo.
Mañana no podremos, pero lo volveremos a hacer y lo haremos juntos de nuevo con el orgullo que sentimos de pertenecer a nuestra comunidad.
Vamos a ejecutar nuevas mejoras en el entorno del ermitorio y vamos a trabajar para mejorar también su interior; un lugar lleno de sentimiento y de historia que queremos que luzca y permanezca en los años por venir.
Peñíscola, con su historia escrita entre grandes e ilustres momentos, también cuenta con pequeñas historias individuales, las de aquellos que con el amor a su identidad, construyeron lo que hoy somos.
A todos y por todos, los de ayer, los de hoy y los de mañana, dedicamos la celebración, aunque este año deba ser de forma individual, de nuestro día de Sant Antoni, que con cariño peñiscolanizamos como sarantoni porque es lo nuestro, porque es lo que aprendimos de nuestros abuelos y padres y porque, seguro, nuestros hijos lo seguirán sintiendo.
La fiesta y la celebración nos esperará el año próximo; este año hagamos que crezca en nuestra corazón y cumplamos las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias; trabajaremos porque el día de mañana la festividad siga creciendo y podamos recuperarla el año próximo, con la esperanza de haber dejado atrás esta pesadilla que tanto nos ha arrebatado ya. Viva Sarantoni!