Sánchez y Ayuso buscan el choque para movilizar a los suyos el 4-M
El mandatario acusa a Madrid de no comunicar todos los datos de contagios La candidata del PP entra en el cuerpo a cuerpo para obviar al socialista Gabilondo
Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso están buscando estos días el cuerpo a cuerpo para movilizar a sus respectivos electorados ante los comicios autonómicos del 4 de mayo. No hay declaración de la presidenta de Madrid en la que no apele al jefe del Ejecutivo: «El presidente del Gobierno o miente o está ocultando datos de las vacunas», lanzó el miércoles. Un día después le instó a «estudiar todas las vías» para conseguir antídotos, también el ruso. Y el dirigente socialista también hace lo propio, con cámaras y sin cámaras (aunque con periodistas). Ese tú a tú entre los dos deja de lado al candidato del PSOE en la comunidad, Ángel Gabilondo, centrado en el mensaje de que el suyo será un Gobierno «serio».
Según admiten en el equipo de Ayuso, esta estrategia del choque (ya practicada durante el confinamiento en aquellas conferencias de presidentes autonómicos en las que la dirigente logró colocar el foco sobre sí misma semana tras semana) le permite aparecer como una víctima de Moncloa a la vez que fortalece su perfil político y se erige en un referente para el votante de derechas.
Todos esos rifirrafes entre ellos suponen horas de informativos y ocupar páginas de diarios. El sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de esta semana señalaba que Ayuso es la presidenta preferida para el 64,6% de los votantes de Vox, en detrimento de la candidata ultra, Rocío Monasterio (25%). El 61% de los que apostaron por Cs en las elecciones del 2019 también quieren a la aspirante del PP mejor que al cabeza de los naranjas, Edmundo Bal.
Después de que el martes Sánchez y Ayuso compitieran para ver quién se colgaba mejor la medalla del acelerón al ritmo de vacunación, a finales de semana ambos se han enzarzado por la gestión global de la pandemia. Sánchez no se atrevió ayer a decir ante las cámaras lo que había dicho sin ellas, aunque dejó el recado: con los datos oficiales sobre la mesa, afirmó, Ayuso no tiene ningún motivo para sacar pecho de su trabajo en esta crisis en Madrid.
El jefe del Ejecutivo, de visita a Dakar (Senegal), había cuestionado el jueves en un corrillo con periodistas la contabilización de los datos de contagio por parte de las autoridades madrileñas, informó la agencia Efe. Aseguró que no registran todas las personas infectadas. Una noticia que Ayuso no tardó en responderle: «Se cree el ladrón que todos son de su condición». «No puede ser que una Administración superior arremeta contra otra inferior», remató la dirigente, con más victimismo.
CIFRAS ELOCUENTES El presidente del Gobierno no se atrevió a dejar grabado que la Administración madrileña miente, pero sí afirmó que las cifras «hablan por sí solas» y exigió a la jefa del Ejecutivo regional que se ponga a «trabajar para reducir la curva de contagios». Sánchez llevaba los datos apuntados para destacarlos: la incidencia de contagiados en los últimos 14 días por cada 100.000 personas, de 315 casos en Madrid, por los 174 de media en España. Sobre las camas uci ocupadas por pacientes de coronavirus, señaló que en Madrid suponen un 38,56% y la media se sitúa en un 20,26%. «Las cifras son mucho más expresivas que las palabras», apostilló.
Al comentario a los periodistas sobre las cifras falsas también replicó el viceconsejero madrileño de Salud Pública, Antonio Zapatero, que pidió a Sánchez que «aportara pruebas o pidiera excusas».