Vila-real plantará nuevos árboles en el exterior renovado de la estación
La tala de los ejemplares existentes genera quejas ciudadanas pero el consistorio justifica la decisión En una acción coordinada, Renfe y el consistorio invertirán en total 395.000 euros para la reforma
El proyecto de construcción de un intercambiador de transportes en el exterior de la estación de trenes de Vila-real, que ya está en marcha en su primera fase a cargo de Renfe-Adif con el acondicionamiento del párking y derribo del muro que separaba la infraestructura del casco urbano, contempla también una intervención paisajística que sustituirá los viejos ejemplares de árboles que han tenido que ser talados por su mal estado, una eliminación que generó críticas de usuarios y vecinos.
«La mayoría de los árboles de la estación, a excepción de dos, que se han mantenido, se encontraban en un estado muy grave y podían suponer problemas de salubridad y seguridad. Por eso, a pesar de que el proyecto inicial no contemplaba retirarlos por el elevado coste que suponían, Renfe decidió quitarlos debido a su mal estado y al riesgo que habría supuesto mantenerlos», señala el edil de Territorio, Emilio M. Obiol.
«Por supuesto que nos habría gustado que los árboles de la estación pudieran mantenerse, pero lamentablemente eran muy viejos y su estado de salud era muy deteriorado», detalla Obiol que avanza que el proyecto incluirá la plantación de más y mejores árboles, en concreto, plataneros para dar, de cierto modo, continuidad «a uno de nuestros paisajes urbanos más emblemáticos, el paseo de la estación, característico por esta especie mediterránea que tan bien se adapta a nuestra cultura».
El Ayuntamiento y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana acordaron coordinar a finales del pasado año una actuación a dos bandas en este entorno. La primera fase de este proyecto consiste en la mejora del aparcamiento de la estación, propiedad de Renfe por lo que está invirtiendo unos 170.000 euros para optimizar las plazas de estacionamiento, adecuar la señalización interior e instalar un alumbrado más eficiente, además de sanear del arbolado.
Una vez concluidos estos trabajos, la Concejalía de Territorio prevé una inversión de 225.000 euros para la creación del primer intercambiador de transportes de la ciudad. «Será una estación de autobuses modesta y humilde, pero servirá para que todas las líneas puedan tenerla como punto de referencia y, además, se completará con parada para taxis y estacionamientos para bicis», comentó el responsable de Territorio a Mediterráneo al iniciarse las labores.
Un nodo «del siglo XXI» que articulará los diferentes modos de transporte urbano, con una estación de autobuses tanto para las líneas interurbanas como para las líneas del Groguet, el autobús urbano pionero y gratuito de Vila-real. La previsión es que haya cabida, por lo menos, para tres buses.
«Además, se completará con parada para taxis y estacionamientos para bicis», indica Obiol.
«El tratamiento integral de la estación de Vila-real todavía está por llegar y debe traducirse en la eliminación de la pasarela diabólica que se construyó para salvar las vías y la construcción de un paso inferior entre arcenes, incluidos los ascensores», insiste el edil que, con todo, valora la importancia de la obra.