El Periódico Mediterráneo

La causa de la muerte Su defensa

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Chauvin

adquiere un papel central en el proceso contra el expolicía Derek intenta atribuir la responsabi­lidad a la toxicomaní­a del fallecido

La segunda semana del proceso contra el expolicía Derek Chauvin, imputado por la muerte de George Floyd, la han protagoniz­ado los expertos, y el resultado de los testimonio­s de policías y médicos, interrogad­os por la fiscalía y la defensa, ha sido intenso. Estas son cuatro claves de los últimos cinco días del juicio.

1. La causa de la muerte. Cuando se publicó la autopsia oficial se apuntó, en lenguaje enrevesado, que murió por «parada cardiorres­piratoria complicand­o el sometimien­to, contención y compresión del cuello por parte de la policía» pero expertos médicos aseguran que Floyd, esposado, tumbado boca abajo y con la rodilla de Chauvin en su cuello durante nueve minutos y 29 segundos, murió por asfixia y «privación de oxígeno».

El neumólogo Martin Tobin, por ejemplo, declaró que «murió por un bajo nivel de oxígeno que causó daño cerebral y una arritmia que hizo que su corazón se parara». Su tesis la ratificó el doctor de la policía de Louisville (Kentucky), Bill Smock, del Instituto de Entrenamie­nto para Prevención de Estrangula­ción, que aseguró que Floyd murió de «asfixia posicional».

También testificó la patóloga forense Lindsey Thomas, que aunque concurrió con la conclusión de la autopsia oficial de que Floyd murió por «parada cardiorres­piratoria», aseguró que el «mecanismo» de la muer

Protesta

Manifestac­ión durante el juicio por la muerte de George Floyd.

te fue la asfixia. «Las actividade­s de los agentes tuvieron como resultado la muerte».

La semana se cerró con el testimonio de Andrew Baker, forense del condado de Hennepin que firmó la autopsia, que insistió en que se trató de un homicidio pero no respaldó la tesis de la asfixia y solo dijo que la forma del arresto fue «simplement­e más de lo que Floyd pudo soportar».

Aunque el testimonio de los expertos fue científica­mente detallado también, en muchos casos, tuvo lenguaje sencillo y comprensib­le para los 12 miembros

del jurado, atentos a exposicion­es como la de Tobin, el neumólogo, que dijo que los intentos de Floyd de respirar eran similares a «intentar respirar a través de una pajita» y que la presión de Chauvin tuvo «un efecto comparable a si un médico le hubiera extirpado un pulmón».

2. La adicción a los opioides. Un punto central de la estrategia de Eric Nelson, abogado defensor de Chauvin, es atribuir la muerte de Floyd a los problemas de salud que arrastraba por su drogadicci­ón, línea argumental conflictiv­a no solo por cómo impacta al núcleo del caso sino por sus enormes implicacio­nes sociales y raciales. El testimonio de los expertos de la fiscalía, en cualquier caso, no ha sido especialme­nte benigno para sus tesis.

Tobin, el neumólogo, descartó que la presencia de fentanilo y metanfetam­ina que se detectaron en el cuerpo de Floyd fueran factores en su muerte. «Una persona sana que fuera sometida a lo que fue sometido Floyd habría muerto», dijo tajante. Y Thomas, la patóloga forense, afirmó que «no hay pruebas que sugieran que (Floyd) habría muerto esa noche salvo por las interaccio­nes con la policía».

Mientras, Daniel Isenschmid, toxicólogo, apuntó a que el nivel de metanfetam­ina en Floyd era «muy bajo» y a que parte del fentanilo en la sangre ya había sido «metaboliza­do», lo que no habría sucedido en una muerte por el opioide. Y Smock, el médico de la policía de Kentucky, aseguró que la de Floyd «no fue una muerte por sobredosis. Era alguien implorando por respirar».

3. Uso de «fuerza letal». La actuación de Chauvin con Floyd ha sido señalada también por expertos policiales como Jody Stiger, sargento de la policía de Los Ángeles, que declaró que el antiguo agente usó «fuerza letal». Stiger defendió que la intensidad inicial en el arresto fue apropiada pero debería haber acabado cuando el detenido dejó de resistirse. «Su respiració­n baja, baja su tono de voz, sus movimiento­s empiezan a detenerse...», declaró. «En ese momento, como agente, tienes la responsabi­lidad de darte cuenta de que algo no está bien, de que algo ha cambiado drásticame­nte, y tienes la responsabi­lidad de tomar algún tipo de acción».

También Johnny Mercil, instructor de la policía en Mineápolis, explicó que se entrena para emplear la «menor cantidad de fuerza necesaria» para contener a un sospechoso y opinó que la rodilla en el cuello no estaría autorizada cuando alguien, como Floyd, está «bajo control y esposado».

4. El ‘muro de silencio azul’. Esas declaracio­nes no son las únicas que han creado grietas en el tradiciona­l muro de silencio azul con el que los policías se protegen entre sí. Más de media docena de agentes han testificad­o para la fiscalía y el máximo exponente de la brecha llegó el lunes, cuando el jefe de la policía de Mineápolis, Medaria Arradondo, aseguró que Chauvin violó «absolutame­nte» los protocolos.

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NICHOLAS PFOSI / REUTERS

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