El Barcelona de Ronald Koeman topa siempre contra los grandes
El equipo no aprende de sus errores y paga su debilidad defensiva ante rivales importantes
No puede el Barça de Koeman contra los grandes. Da igual que sea en la Liga o en la Champions. Es incapaz de superar esa enorme piedra que el calendario pone en su camino. Tropieza una y otra vez, sin aprender de viejos errores. Sirve el clásico, en sus dos capítulos (Camp Nou y Valdebebas), como ejemplo de esa frustración que atormenta al tierno equipo azulgrana. Todo empezó con el 1-3 del Madrid en el estadio azulgrana. Y ha terminado, de momento, con el 2-1 en la ciudad deportiva blanca. En los duelos directos con los otros dos aspirantes al título, el Barça no ha sumado ni un solo punto. Derrota en el Metropolitano (1-0) y doble caída ante el renacido equipo de Zinedine Zidane.
Cero puntos de nueve posibles, el síntoma de esa debilidad que sacude al reconstruido y frágil conjunto de Koeman, cuyo balance en 10 partidos trascendentes de este curso se salda con seis tropiezos (incluido el doloroso 1-4 del Paris SG que lo echó de la Champions ya en la ida), apenas tres victorias (0-2 a la Juve en Turín, 0-2 al Sevilla en la Liga y 3-0 al mismo Sevilla para colarse en la final de Copa) y un empate (1-1) que no sirvió para nada en el Parque de los Príncipes.
No obstante, Koeman sigue buscando culpables. El posible penalti de Mendy sobre Braithwaite todavía trae cola. El holandés fue muy crítico con la actuación arbitral de Gil Manzano en la entrevista pospartido, abandonando el micrófono de Movistar+ tras asegurar: «Es penalti clarísimo, no sé por qué hay VAR en España». Y ayer remató la faena con un tuit. «Llevamos la iniciativa en el juego y tuvimos ocasiones para un mejor resultado. Mala suerte al final con una decisión equivocada del árbitro y del VAR», escribió.
Se han escrito ríos de tinta sobre la suerte de un Zidane que, cada vez que parece herido, se regenera y sale reforzado. El Madrid está haciendo un esfuerzo titánico desde hace dos meses. Acumula 13 partidos sin perder (11 victorias), pero llega exhausto al tramo de la verdad. «Estamos al límite, no sé cómo vamos a acabar», reconocía el francés tras el clásico. Zizou ha cargado de minutos a sus jugadores principales, que empiezan a caer físicamente, pero el míster ha conseguido extender la excelencia de Modric y Kroos, y moldear la conexión de moda, Vinicius-Benzema.