El Gobierno ofrece primas para retrasar la edad de jubilación
La reforma de las pensiones es una de las claves para el Plan de Recuperación Escrivá quiere revalorizarlas según el IPC del año anterior, con una revisión a 3 años
El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luís Escrivá, presentó ayer ante el Pacto de Toledo las líneas maestras de su reforma de pensiones, que antes de que acabe el mes el Gobierno remitirá a Bruselas dentro del plan de recuperación que el Ejecutivo analizará este martes, con las reformas e inversiones previstas para obtener los 140.000 millones que corresponden a España de los fondos Next Generation. El reto es compaginar una reducción del déficit de la Seguridad Social con evitar la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas, lo que pasará por trabajar más años y retirarse más tarde. Y el paquete de incentivos y desincentivos presentado ayer por Escrivá, aún pendiente de remacharse con los agentes sociales, contempla, entre otros, cheques de hasta 12.000 euros para quienes opten por demorar su jubilación.
La reforma de las pensiones será, junto a la contrarreforma laboral, uno de los pilares del paquete de políticas públicas destinadas a reestructurar la economía y encajar los 140.000 millones que han de llegar desde Europa para la reconstrucción poscovid. Dos operaciones de desandamiaje y posterior sustitución de la herencia del PP, no exentas de polémica en la coalición de Gobierno y con dudas sobre cuál será la exigencia final de Europa a cambio de las ayudas.
Escrivá presentó ayer en el Congreso cómo pretende dirigir un apretado calendario negociador y legislativo durante el próximo año. En su cartera tiene carpetas más encarriladas que otras, como la fórmula de la revalorización de las pensiones, ya avanzada pero todavía sin el acuerdo definitivo con patronal y sindicatos. La idea del ministro es que las pensiones se revalorizarán en función del IPC del año anterior. Y, cuando al ejercicio siguiente, el INE ya disponga de la inflación confirmada, el Ejecutivo puede introducir alguna compensación a la baja si la inflación hubiese sido negativa. El Plan Escrivá excluye a las pensiones mínimas de esa fórmula de compensación.
¿Cuándo entrará en vigor este nuevo mecanismos de revalorización? La idea de Escrivá es tener esta medida atada con patronal y sindicatos, aprobada por el Gobierno y validada por el Congreso antes de finalizar el presente año. Para así que entre en vigor ya en el ejercicio del 2022. «El calendario es inamovible», insistió ayer Escrivá.
Otras patas de esa compleja reforma siguen rodeadas de una áurea de incertidumbre, como la derogación del factor de sostenibilidad. Escrivá insistió ayer en que su supresión está garantizada, aunque admitió que la fórmula sustitutoria no está clara y eso preocupa a los sindicatos y a los grupos de la izquierda, que temen algo menos lesivo para el poder adquisitivo de los pensionistas que lo que dejó el PP, pero menos garantista de lo que ellos pretenden.
Una de las claves del Plan Escrivá para las pensiones es aparejar la edad efectiva de jubilación con la legal. Es decir, que haya menos gente que se jubile de manera anticipada. Y su plan se centra en las jubilaciones anticipadas voluntarias. Dos herramientas tiene en mente para ello: un palo y una zanahoria. El palo será aumentar los coeficientes reductores de la futura pensión hasta el 30%, en el caso de las carreras de menos de 38 años y seis meses cotizados. Ahora estas personas, si deciden retirarse dos años antes, tienen una reducción de su pensión en el 16% el primer año (que progresivamente va bajando hasta el 2%). Escrivá quiere que ello suba al 21%, para acabar bajando al 3,3%. La idea es fijar un periodo de adaptación de seis años.
Y en la otra mano la zanahoria y con formato a elegir. La más sonante de las opciones para incentivar esas jubilaciones demoradas es un cheque para compensar la pensión que el Estado se ahorra. Este puede ser de entre 12.000 euros (en caso de pensión máxima) hasta 4.786 euros (en caso de pensión mínima), y se cobrará por cada año de demora de la jubilación. O si el pensionista lo prefiere fragmentado, se ofrecería asegurar un extra del 4% para toda la vida, cuando ahora ese extra se sitúa entre el 2% y el 4%.
Dentro de ese paquete, Escrivá también pretende incluir una limitación de la jubilación parcial (para evitar que los trabajadores la compacten) y la supresión de facto del retiro forzoso impuesto por convenio colectivo.
REFORMA LABORAL POLÉMICA Otro gran pilar que el Gobierno remitirá a Bruselas en su agenda para el Plan de Recuperación es la contrarreforma laboral. Entre vicepresidentas hubo ayer nuevo choque de opiniones. La segunda, Nadia Calviño, invocó de nuevo que todo pase por el consenso con la CEOE y que la prioridad debe ser reordenar las políticas activas de empleo.
Por esa vía el Consejo de Ministros dará hoy pasos. Trabajo llevará la convocatoria de la conferencia sectorial de empleo, para repartir más de 2.000 millones entre las diferentes autonomías para financiar políticas de ocupación. La convocatoria de este año estaba pendiente (habitualmente es entre febrero y marzo) y la cuantía final superará las cifras del 2019, según confirman fuentes del Ministerio de Trabajo. Este será un paso hacia la nueva Ley de Empleo, pendiente de más flecos.
El Ejecutivo aprobará hoy el reparto de 2.000 millones entre las autonomías para políticas de empleo