La puerta abierta a nuevos retos iguales o más complejos en fechas próximas
Un reto ilusionante, con el que pasar de disfrutar del mar a ascender hasta la montaña más alta de la provincia de Castellón. Cuatro jóvenes castellonenses subieron a la cima del Penyagolosa tras andar 70 kilómetros desde la playa de Almassora. El amor al deporte y la satisfacción personal fueron decisivos para que afrontaran esta aventura marcada por el mal tiempo.
Los deportistas pasaron por Almassora, l’Alcora, Llucena y el Mas de la Costa hasta llegar al pico. Un cambio de territorios que identificaron por el aumento progresivo de la dificultad que empezó a ser más pronunciada en el término de Llucena.
Los inconvenientes no solo vinieron de la altitud, el dolor de pies, el cansancio muscular y los kilómetros recorridos, que provocaron que tardaran un poco más en llegar a lo alto de la montaña, sino también por las malas condiciones meteorológicas. Pero la energía para terminar lo que habían empezado vino en el tramo más complicado, en la subida de Mas de la Costa, donde les esperaban los familiares con admiración. A partir de ahí empezaron el último tramo, en el que contaron con la aparición de un perro que los acompañó hasta subir al Penyagolosa.
De Almassora y l’Alcora
Joan Traver, de l’Alcora, y Jaume Bodí, Mikel Capdevila y Víctor García, estos tres de Almassora, salieron a las seis de la mañana
La dificultad
desde la playa de Almassora y coronaron la montaña más alta de la provincia de Castellón cuando ya era de noche. La emoción se apoderó de ellos una vez conseguido el reto y no pudieron reprimir las lágrimas. En ese momento comprendieron que lo que les hizo fuertes en ese trayecto era la unión y la ayuda mutua.
Del mar a ras del cel es el nombre con el que bautizaron la ruta. Un recorrido que diseñaron desde cero y que se inventaron ellos al hacerla posible. Las suposiciones que tenían cambiaron totalmente cuando subieron la cima, ya que