El plan de la dependencia bajará un 20% las listas de espera
Gobierno, comunidades y agentes sociales pactan un proyecto a tres años
La pandemia ha puesto de manifiesto que las residencias de ancianos carecen de personal e instalaciones adecuadas y que el sistema de dependencia, aprobado en el 2006 y con 1,1 millones de beneficiados, tiene problemas que se arrastran desde hace años, pero que la crisis sanitaria agudizó.
Esto ha propiciado el llamado plan de choque en dependencia. Una estrategia a tres años, en cuyo diseño han participado los agentes sociales, y que tiene tres objetivos prioritarios: mejorar las condiciones laborales de los trabajadores en residencias y hogares, con el fin de ofrecer más calidad en la atención; introducir avances en los servicios y prestaciones, y reducir las largas listas de espera.
Para ello, el plan prevé una inversión del Gobierno central de 600 millones este año, lo que supone revertir los recortes que el PP aplicó a partir de 2012 y que los sucesivos ejecutivos no han recuperado hasta ahora. El porcentaje de financiación al sistema de la administración central pasará del 19,9% al 26,5%, lejos todavía del 50% que marca la ley.
La prioridad debería ser reducir las listas de espera. Y es que ,en la actualidad, hay más de 230.000 personas dependientes a la espera de recibir una prestación, a las que habría que sumar otras 150.000 que esperan a ser valoradas. Se prevé que con el plan el listado se reduzca un 20% en 2021.