El Villarreal se desmelena
Chukwueze (2) y Gerard Moreno, junto a dos autogoles, destrozan al Levante
Al Villarreal CF le salió todo bien en el Ciutat de València. El acierto que le faltó en la Copa, donde fue muy superior al Levante, le sobró anoche y pasó como un ciclón por encima del conjunto granota. Un festival de fútbol y goles que redondearon una goleada que todavía pudo ser mayor (1-5) y que devuelve a los amarillos a la quinta posición. El equipo de Emery sigue imparable y no se sabe dónde está su techo porque mejora semana a semana.
Levante y Villarreal decidieron un homenaje al fútbol. No se puede tratar mejor el balón y jugar con la mente puesta en la portería rival. Un partido de auténtica locura, divertido, digno de haber podido ser disfrutado por miles de aficionados en el feudo levantinista. Las defensas perdieron el pulso con las delanteras. Ocasiones hubo por ambas bandas y el partido se movió en escenarios variopintos: de parecer sentenciado por el Submarino con el 0-2, a moverse en la igualdad con el 1-2 o abrir brecha por parte de los groguets.
Emery no engañó a nadie. El once presentaba algunas novedades como la entrada de Mario, Coquelin o Bacca como sustituciones más novedosas, con el fin de dar descanso a hombres clave como Capoue, Trigueros o Albiol. El armazón del Submarino se mantenía y, finalmente, el técnico dio continuidad a Asenjo en la portería. Y jugó Gerard, claro. Volvió a actuar en esa posición de delanterocampista que el 7 amarillo ha inventado a la imagen de su estilo híbrido de coraje, pundonor, talento, visión de juego y definición.
El Villarreal salió a por el triunfo desde el primer minuto. Delante tuvo a un Levante que juega y deja jugar al fútbol. Los granotas no dejan indiferentes a nadie y siguen manteniendo el sello de Paco López. Es un equipo con mayúsculas. Ni con el 0-2 en contra se vino abajo. Mantuvo la compostura y eso que los amarillos salieron como un obús. Aitor Fernández salvó un tiro cruzado de Chukwueze a los 5 minutos. Y a los 13 le habían caído dos goles. Uno en propia puerta de Postigo y otro en una pincelada de talento de Gerard. Él se lo hizo todo, hasta dejar dos veces sentado a Duarte para colocar el balón al palo opuesto.
Parecía resuelto, pero no. Un error garrafal de Coquelin fue aprovechado por Malsa (min. 21) para darle chispa al partido. El Levante estaba dispuesto a dar guerra y el Villarreal seguía gustándose con un juego dinámico y abier
to. Llegadas en ambas áreas y ocasiones de todos los tipos para De Frutos, Chukwueze, Roger y Gerard. El equipo de Emery llevando la manija y el de Paco López generando contragolpes. El trato al balón era exquisito y granotas y groguets se divertían jugando al fútbol, para agradecimiento del espectador televisivo.
Y la fiesta del fútbol continuó en la segunda parte . El Villarreal mantuvo un ritmo muy alto de partido. El Levante contribuyó al espectáculo con su juego alegre, pero los amarillos tienen más pegada y calidad. Pedraza casi metía al balón y a Aitor Fernández juntos en la portería con una volea que el guardameta sacó como pudo. Los de Emery seguían atacando a toque de corneta, con Parejo al mando, Y cayó el 1-3. Alcácer, que había entrado por Bacca, sirvió un balón a Chukwueze, quien definió perfectamente.
El Villarreal estaba desbocado. Y quería más. Toda la fortuna que los levantinistas tuvieron en la Copa, les dio la espalda esta vez. Vezo se metió el 1-4 en propia puerta y Chukwueze cerró la goleada con una acción personal.