Condenado a 29 años por matar a su expareja ‘trans’ con el cable de la plancha
El tribunal impone otros 15 a la actual compañera del penado por asesinato El jurado popular ya declaró culpable en marzo por unanimidad a los dos acusados
La Audiencia Provincial de Castellón ha impuesto una condena de 29 años al hombre que mató a su ex, Isa, una mujer trans en Castelló, mientras que su actual pareja ha sido condenada a 15 años. El jurado popular ya los declaró culpables el pasado día 4 de marzo.
En concreto, al primero, Rafael G., se le condena por un delito de asesinato en concurso con un robo con violencia, con la agravante de reincidencia, y a la segunda, Yolanda M.G., por asesinato, con la atenuante de arrebato. Además, la sala los obliga a indemnizar conjuntamente con 30.000 euros al padre de la víctima y con 10.000 al hermano por daños morales.
La sentencia declara probado que Rafael G. mantuvo una relación sentimental con la víctima cuando el primero cumplía condena de en la cárcel de El Dueso de Santoña (Cantabria) por asesinato y robo con violencia.
En octubre del año 2018, tras salir de prisión, inició una relación con la otra acusada, que por aquellas fechas ejercía la prostitución, siendo ambos consumidores habituales de cocaína fumada.
En enero del 2019, el acusado propuso a la víctima venir a Castellón a vivir juntos, a lo que accedió, viajando desde Santander a la capital de la Plana, alojándose ambos en un hotel del Grau.
El 10 de febrero, el ahora condenado se marchó del hotel llevándose el coche de la víctima con sus pertenencias y dejó de atender sus llamadas telefónicas. Esta última interpuso denuncia en la Comisaría por la sustracción.
Cuando su nueva pareja se enteró de la relación sintió gran rabia y enfado. Por estos motivos, según recoge el fallo, ambos acusados decidieron acabar con su vida.
Así, el domingo 24 de febrero del 2019, sobre las 7.30 horas recogieron a Isa en el albergue municipal de Castelló. El acusado conducía y la víctima iba de copiloto, mientras que la otra procesada estaba en la parte posterior del vehículo. Iniciada la marcha se produjo una discusión entre ellos. El vehículo estacionó en la parte de atrás del edificio Goliat, donde de forma súbita e inopinada, los acusados colocaron el cable de una plancha alrededor del cuello de Isa, apretando con fuerza. Poco después reanudaron la marcha para evitar que los descubrieran y que la víctima pidiera auxilio, hasta que dejó de moverse.
Pararon en un huerto de naranjos de la zona del camino Fadrell con Roquetes donde comprobaron que había fallecido y dejaron el cadáver. Tras su fallecimiento, el condenado le registró y se apoderó de un anillo que portaba y cuatro móviles.