Las listas de espera y la falta de ayuda social lideran las quejas en Castellón
La provincia registra 245 reclamaciones en el año del covid, un 15% más que en 2019 El síndic destaca las «gravísimas carencias» de la administración para dar un servicio
La pandemia del coronavirus disparó las quejas de los castellonenses en torno a las administraciones públicas durante el 2020. La provincia registró 245 reclamaciones en el año del covid-19, lo que supone un 15% más que en 2019, cuando se contabilizaron 213.
El exhaustivo informe de la Sindicatura de Greuges recoge además que los castellonenses fueron los que menos reclamaciones hicieron de la Comunitat Valenciana, con 41,84 tramitaciones por cada 100.000 habitantes, por las 69,1 que se contabilizaron en Valencia y las 93,36 de Alicante.
La institución tramitó un total de 4.065 nuevas quejas y 16.052 consultas ciudadanas, lo que según la misma, refleja «las gravísimas carencias que tienen las administraciones, que dejaron en desamparo a los ciudadanos cuando más lo necesitaban», afirmó el síndic de Greuges, Ángel Luna.
En cuanto al motivo de las quejas, según el informe, lo que más preocupa a los castellonenses son asuntos derivados de la brecha social provocada por la crisis de la pandemia: servicios sociales, atención a la dependencia, urgencias sanitarias y retrasos en consultas sanitarias y listas de espera. Todas ellas condicionadas por el excepcional año del covid-19, que provocó la reestructuración del sistema sanitario y en algunos casos el aplazamiento de la consulta para meses posteriores a la estipulada.
HASTA 229 DÍAS En Castellón los efectos del covid se han reflejado en un aumento de las listas de espera quirúrgicas. Según los últimos datos de Sanitat, hay 9.014 castellonenses pendientes de ser operados y el tiempo de espera alcanza los 229 días en el Hospital de Vinaròs, los 224 del Provincial de Castelló, los 185 del General o los 134 de la Plana en Vila-real (único por debajo de la media autonómica, que es de 150 días).
Además, el síndic asegura que «las quejas en sanidad han aumentado casi un cien por cien y que las consultas tienen más relación con problemas organizativos que de práctica sanitaria». Y apostilla: «Las ayudas muchas veces no llegan a quienes las necesita sino a los que saben moverse».