Urbanizaciones y casas cerradas
La oferta de vivienda nueva en las urbanizaciones de Borriana, a las que acceden por regla general gente joven, está creando un problema en el centro urbano y no pocas calles de los barrios periféricos, donde proliferan tantas casas cerradas que en algunos puntos ya superan a las ocupadas, como también se pueden apreciar edificios no terminados desde hace ya algunos años. Esta situación no se puede asociar a una crisis económica, más bien a que las casas tradicionales están perdiendo el interés y dichas viviendas solo son ocupadas por gente mayor.
Algunos pueblos del interior de la provincia están intentando repoblarse ofreciendo compensaciones, en este caso con iniciativas laborales, y celebrando cada vez que una familia toma la decisión de asumir el reto. En Borriana, el problema de las casas abandonadas o cerradas debería contrarrestarse con alguna iniciativa; de hecho, otras ciudades ya han
El centro de la ciudad ya es un enjambre de casas viejas y vallas para los desprendimientos
planteado soluciones.
Hace unos años, vivir en una calle céntrica daba la sensación de cierto nivel económico, incluso el habitar en el casco antiguo, donde las calles son estrechas y a duras penas entra el sol un par de horas al día. En los últimos 25 años, muchos ciudadanos que tenían una segunda vivienda en la zona marítima, acondicionada solo para pasar los meses de verano, se la han reformado para poder vivir todo el año, por lo que cierran la casa de la ciudad. La gente joven, antes de adquirir una vivienda y dependiendo de la economía, busca más un piso que una casa, también si es posible en la zona marítima o construyéndose su hogar en las llamativas nuevas urbanizaciones. Las casas tradicionales siempre dieron para vivir muchos años y pasaban de padres a hijos, pero eso es algo que hoy en día ya no suele ocurrir.
Al igual como han hecho en otros pueblos, los gobernantes deberían buscar una solución para que las casas cerradas no se deterioren y reduzcan el casco antiguo a un enjambre de casas viejas y vallas para evitar desprendimientos.