Más de 7.500 millones «Queremos salvar el fútbol,
Antes de la pandemia
de deuda acumulan los fundadores tras una crisis económica que ya era grave estamos arruinados», asegura Florentino Pérez
El ránking oscila entre las pérdidas del Chelsea (curiosamente, el que más ha gastado este verano en fichajes: 250 millones de euros) y las del Arsenal (125). La
Superliga está formada por 12 grandes clubs que tienen, a la vez, grandes deudas, víctimas de una crisis económica que se ha venido larvando en el fútbol europeo, acelerada por la pandemia. Pero la crisis ya estaba desde antes, por la burbuja de los fichajes por encima de los 100 millones. El mercado estalló con la marcha de Neymar (222 millones) y de Kylian Mbappé (180) al PSG (verano del 2017), justo cuando los clubs entraron en combustión acometiendo operaciones faraónicas. Luego, el coronavirus desnudó la fragilidad de las estructuras económicas de estas esntidades, con salarios estratosféricos para sus grandes estrellas, inasumibles en los tiempos del fútbol pospandémico.
«Queremos salvar el fútbol, estamos arruinados», admite Florentino Pérez. Ahora, los 12 necesitan la desesperada ayuda de la Superliga para sobrevivir al tsunami desatado por el covid19, que ha pillado a varios clubs, entre ellos al Real Madrid (con las grúas en el nuevo Santiago Bernabéu) y al Barcelona, con inversiones comprometidas en la construcción de nuevos estadios, como también le ha sucedido al Tottenham o al Arsenal.
La Superliga es una pura necesidad económica para permitir a los grandes del continente resistir en tiempos tan convulsos en los que, además de levantar nuevos templos, necesitan dinero para regenerar plantillas. Un dinero que ha dejado de fluir con la alegría de antes, porque el negocio se paró en seco en marzo del 2020. La deuda del Barça alcanza los 1.173 millones de euros (730 son a corto plazo), por lo que la angustia invade las oficinas del Camp Nou; como también ocurre en el Bernabéu, con 901 millones (203 a corto plazo). De ahí que ese proyecto de la Superliga, trabajado desde hace años, explotara en la medianoche del domingo a lunes.