El Partido Popular se resiste a la renovación del Poder Judicial
Calvo acusa a los conservadores de no querer seguir los pilares de una democracia
La decisión --vista como un gesto hacia el PP-- del Gobierno de paralizar definitivamente su reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) --la cual rebajaba la mayoría para elegir a los 12 vocales jueces del órgano-- parece no haber cambiado nada en las negociaciones. Ejecutivo y Partido Popular, como ha venido sucediendo en los últimos meses, se enfrascaron en una nueva bronca en el Congreso, con los populares criticando la «poca humildad» del Gobierno ante una realidad en la que «la UE ha tenido que frenar en seco sus intentos de atacar la independencia de los jueces» a la que la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, contestaba acusando al PP y a su líder, Pablo Casado, de no fundamentar su idea del Estado «sobre los pilares de una verdadera democracia» y avisando: «Igual mi partido va a tener que ir por Europa contando lo que opina el señor Casado de la democracia».
Porque los populares siguen sin mover un ápice sus demandas. Horas después de que iniciara la confrontación la portavoz de los conservadores en el Congreso, Cuca Gamarra, Pablo Casado exigió al presidente Pedro Sánchez que cumpla con lo que exige el
Consejo de Europa y haga una reforma para reforzar la independencia judicial; la condición que el PP pone para renovar el Consejo General del Poder Judicial.
El líder del PP culpa a Sánchez de la falta de renovación del CGPJ pues el PP, argumentó en una rueda de prensa en los exteriores del Parlamento, no ha variado su posición en dos años y medio. Si Sánchez acepta que lo que dice el Consejo de Europa y refuerza la independencia judicial, «mañana mismo se puede renovar», agregó Casado. Y avisó: «No hay plan b al estado de derecho».
En este sentido, el PP reclama que se refuerce la independencia judicial con cinco exigencias: imparcialidad en la Fiscalía; asegurar que una mayoría reforzada elige a los vocales del turno de juristas; acabar con la práctica de que juristas entren en el turno de jueces, y viceversa; no permitir que políticos y expolíticos sean vocales y, por último, una reforma para que sean los jueces los que eligen a los doce vocales judiciales.
Casado explicó que se levantaron de la mesa en verano cuando Podemos fue imputado y atacó al CGPJ y que volvieron a levantarse en febrero porque el PSOE no aseguraba la independencia judicial al apostar por los jueces José Ricardo de Prada y Victoria Rosell como vocales. «Me volveré a levantar las veces que haga falta, pero la culpa es de Sánchez», sostuvo Casado.