Pelea dentro del PP valenciano por el legado de Rita Barberá
María José Català ficha para su equipo a la sobrina de la exalcaldesa
La vida en el PPCV es un eterno retorno a las esencias. La operación activada por Génova para reconquistar la Generalitat bajo el liderazgo del alicantino Carlos Mazón, con María José Català como posible número dos y pilar fundamental en València, aspira a emular aquel exitoso tándem que formaron Eduarzo Zaplana y Rita Barberá cuando, hace 28 años, José María Aznar entregó al por entonces alcalde de Benidorm las llaves de la organización valenciana.
En plena batalla interna y con el congreso regional a la vuelta de la esquina, no es casualidad que Català haya multiplicado los gestos de desagravio hacia Barberá. Después de votar en 2016 en les Corts a favor de exigir a la exalcaldesa que renunciara al acta de senadora -en plena escalada de escándalos judiciales- la portavoz del PP en el Ayuntamiento de València ha abanderado una petición al gobierno local para declararla alcaldesa honoraria y va a incorporar como asesora de prensa a una de sus sobrinas, Asunción Corbín Barberá. Estos guiños lanzan un mensaje claro y contrarrestan los movimientos promovidos desde el sector crítico encabezado por Pedro Agramunt y Francisco Camps, que ha hecho de la reivindicación del legado del gran icono de los populares su principal caballo de batalla para intentar asaltar la alcaldía de València y que fue el primero en pedir un homenaje para la exalcaldesa, una figura que durante años ha incomodado a los dirigentes del partido.