La templanza como virtud política
Como decía Santo Tomás, la templanza implica moderación. Y es que junto a la justicia, la prudencia y la fortaleza, conforman lo que él venía a llamar «las virtudes morales», ya que son un norte para quien busca la sabiduría. La templanza tiene suma importancia, pues es la serenidad la que nos mantiene en equilibrio, nos centra y hace que adquiramos un tono correcto en nuestras acciones y decisiones diarias. Y es que quien se mantiene con templanza en la escena política puede, como el templado del acero, aumentar su firmeza a la hora gestionar lo público, mejorando su flexibilidad a la hora de escuchar y tomar en consideración a sus representados. Esta es mi máxima en política; tomar continuamente el pulso a la calle, a los ciudadanos con los que convivo porque me importan, sin olvidar nunca, que actúo como representante de ellos. La templanza en política es necesaria; limita las acciones impulsivas de quienes tiene responsabilidades de gobierno y ayuda a actuar tras haber pensado y decidido de forma reflexiva y considerando todas las consecuencias de nuestras acciones. Esa capacidad de centrar y por tanto, de dar valor a la imparcialidad, que nos lleva a tomar decisiones justas y prudentes, pues estaremos hablando de actos siempre proporcionados y acordes con las circunstancias. Nadie dijo nunca que fuera fácil, pero añado, es apasionante.
Quien es capaz de manejar de forma correcta su templanza y convertirse en una persona serena será capaz de conservar la calma y establecer sus prioridades en situaciones de peligro, buscando las mejores soluciones para su pueblo.
En estos dos años con responsabilidades de gobierno municipal en el Ayuntamiento de Oropesa del Mar, ese ha sido el objetivo: velar por el bienestar de nuestro pueblo, poniendo siempre por encima el interés general. Luchar contra una pandemia sanitaria, procurar seguridad ciudadana ante posibles circunstancias que pusieran en riesgo la vida o la salud de mis vecinos y trabajar para encontrar caminos que permitan crear más empleo y riqueza para nuestras empresas. Cómo escribió el doctor Mario Alonso Puig en su libro titulado Reinventarse, «la serenidad no surge de vivir en las circunstancias ideales sino que la serenidad es la capacidad de mantener centrada tu atención en medio de la dificultad, en aquello que para ti es una prioridad».