Homenaje al exilio cada 8 de mayo
La Ley de Memoria Histórica obliga a honrar a quienes tuvieron que irse
El de ayer, sábado, 8 de mayo, fue un ensayo general. Una puesta en escena, más modesta y contenida por la pandemia, del homenaje de Estado al exilio español. Esta vez, promovido por el Gobierno. A partir del próximo año, si nada se tuerce, se hará por ley, «de obligado cumplimiento para todos y para todas y para siempre».
El Ejecutivo mantiene ese «compromiso firme» por la memoria histórica del país, según remarcó ayer la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. Lo hizo en la clausura en el primer acto de Estado en recuerdo y tributo a los exiliados españoles, a todos aquellos que tuvieron que partir para huir de la Guerra Civil y la dictadura.
Fue una ceremonia solemne y emotiva, que se prolongó durante dos horas, en la que se alternaron piezas musicales con la lectura de poemas y las intervenciones del historiador Claudio Sánchez Albornoz, los representantes de las asociaciones que han mantenido «viva la antorcha del exilio español» —algunos llegados de Francia o de México—, y también, por vídeo, de Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del presidente mexicano Lázaro Cárdenas, quien abrió las puertas de su país a miles de republicanos.
Calvo concluyó el homenaje con un «gracias» y un «perdón». Gracias a los que resistieron los duros años de la dictadura y pelearon por que la llama del exilio no muriera. Y «perdón porque 42 años son muchos y el último tramo ya va muy tarde». Gracias, siguió, a los embajadores que ayudaron a los represaliados, al mundo de la cultura, a Francia, México, Bélgica o Argelia. «Esta es la memoria que cuenta, porque es la memoria democrática», dijo.
La vicepresidenta primera, también ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, apenas podía ocultar su emoción durante su discurso. Incidió en que el ejemplo de todos aquellos republicanos compelidos a marcharse de su país hace sentirse «muy pequeños» a los demócratas. Porque los exiliados contribuyeron «con su dolor y con sus vidas para que las libertades y derechos y la convivencia pacífica que trae la democracia se mantuvieran incólumes», añadió la ministra.
A partir de ahora, queda institucionalizado el 8 de mayo como día de recuerdo y homenaje del Estado a los exiliados españoles, porque así lo incluirá la Ley de Memoria Democrática, pendiente de un par de trámites para entrar en el Congreso.