No solo de Fallas vive la Comunitat
Sanitat, sin quererlo ni beberlo, que decimos por estos lares, se ha metido en un berenjenal de mucho cuidado. Todo a cuento de conceder el oportuno permiso para celebrar fiestas en los municipios de nuestra Comunitat. Y como en política casi todo depende del rédito electoral que se obtenga, altos cargos de la conselleria, este caso la secretaria autonómica de Salud Pública, se ha volcado desde el primer momento con la ciudad de València porque allí el área de Fiestas está dirigida por un concejal de su mismo partido, Compromís. Así que Navarro logró incluso arrastrar a la consellera para dar la cara ante los falleros y buscar el consenso al objeto de plantar los monumentos en septiembre.
Resulta, sin embargo, que en la Comunitat se celebran muchas fiestas sin la multitud de personas en la calle que significan las Fallas en València, y la Conselleria tuvo el desliz de poner a todos en el mismo escenario. Es decir, pretendía retrasar cualquier eventos hasta pasado el verano. Como es normal, los alcaldes, buena parte de ellos socialistas como Barceló, han puesto el grito en el cielo y en el cap i casal admiten ahora que habrá autorización para fiestas «sin grandes concentraciones» en la vía pública, es decir, lo que impone la lógica cuando la pandemia todavía persiste.
No se puede navegar contra corriente. Ahí está el ejemplo del ministro de Cultura, que ayer dio luz verde para que vuelva el público a estadios de fútbol y canchas de baloncesto en la Comunitat por su baja incidencia respecto al virus. Todo lo contrario que Barceló y Navarro hicieron el pasado sábado con las corridas de toros. ¿Rectificarán?