La región con menos covid de Europa
López*
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, en sus siglas inglesas) ha confirmado esta semana que la Comunitat Valenciana es la región con menos covid de toda Europa. Esto ha sido gracias a la disciplina y colaboración ciudadana, clave para evitar contagios e ingresos en los hospitales. Junto a este esfuerzo colectivo, debemos sumar la buena gestión que se ha hecho desde las instituciones valencianas, con dirigentes al mando como el president Ximo Puig o la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco. Optar por la sensatez y el bien común siempre estará por encima de la irresponsabilidad y la imprudencia que algunos predican.
Está demostrado que un sistema centrado en el beneficio individual es caótico, desorganizado y no ayuda absolutamente en nada a solventar las crisis de carácter social como la que estamos viviendo. El sacrificio que hemos hecho los valencianos y valencianas ha sido pensando en toda la sociedad y los resultados nos hacen sentir orgullosos. No es para menos. Hemos bajado la curva de contagios hasta llegar a un porcentaje de positividad inferior al 5%. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) significa que la pandemia está bajo control.
Ahora no podemos echarlo todo por la borda. En Castelló algunos líderes políticos se están sumando al discurso imprudente de la presidenta de la Comunidad de
Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Es vergonzoso oírles defender lo indefendible. Los y las castellonenses no queremos un gobierno que deje a las personas afectadas por el coronavirus en la estacada. Están muy equivocados si creen que los resultados de la comunidad de Madrid vaticinan el futuro de las demás regiones de España.
No obstante, es imprescindible que la izquierda haga autocrítica. No podemos permitir que sigan aumentando los obreros y obreras votantes de la derecha. Para ello es importante que la conciencia de clase guíe nuestros pasos en pro de un sistema socialmente justo. Si la pierden los representantes públicos, ¿cómo no la van a perder aquellos y aquellas que se supone que deben confiar en nosotros?
Solo hace falta seguir la actualidad de forma consciente para darse cuenta de lo contradictorios que han sido los discursos de la derecha y ultraderecha durante los meses de pandemia. Un ejemplo de ello lo estamos viviendo ahora, cuando los mismos que decían que el estado de alarma era un «atropello legal y herramienta estéril», ahora lo reclaman.
En definitiva, debemos sentirnos orgullosos y orgullosas del comportamiento de la sociedad valenciana. La prudencia ciudadana, unida con una gestión coherente, ha formado un gran equipo. Mientras el Partido Popular sigue jugando a la política de las frases hechas y las teorías negacionistas que incitan a la irresponsabilidad, los y las dirigentes socialistas seguiremos apostando por las decisiones razonables que nos ayuden a terminar con esta pandemia de una vez por todas.