Sanitat recula y permitirá fiestas sin aglomeraciones
La Conselleria matiza que «ahora y en septiembre deben adaptarse a la norma covid»
Más del 40% de los castellonenses habrá recibido la vacuna contra el coronavirus durante la primera quincena de junio, al haber inoculado entonces al menos la primera dosis a la totalidad de los más de 235.000 mayores de 50 años de la provincia.
Estos son los planes que baraja la Conselleria de Sanitat, según avanzó ayer miércoles el president de la Generalitat, Ximo Puig, tras participar en la reunión de seguimiento del proceso de vacunación junto a la vicepresidenta y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, y la de Sanitat, Ana Barceló.
La estrategia de inmunización está centrada en estos momentos en la franja de edad de entre 66 y 69 años, además de los pacientes considerados de alto riesgo, mientras que a partir del próximo lunes se iniciará la administración de dosis a las personas nacidas entre el 1962 y el 1970, es decir, entre 59 y 51 años, siempre siguiendo el orden descendente.
Tras ellos, tal y como confirmó Puig, les seguirán justo un mes después las personas de entre 40 y 50 años, que serán citadas a partir del jueves 17 de junio, convirtiendo así el próximo mes en «clave» para avanzar en la vacunación.
No obstante, para que ello se materialice es necesario un nuevo acelerón en la llegada de dosis, ya que espacios como el centro de vacunación masiva del Auditori de Castelló pausaron ayer su actividad por falta de sueros pese a tener capacidad para seguir abierto más jornadas. Sanitat mantiene la previsión de recepcionar durante las dos próximas semanas alrededor de 433.000 viales para toda la Comunitat, de los que cerca de 55.000, siguiendo el criterio poblacional, serían para la provincia, a los que hay que sumar todavía otros de la farmacéutica Janssen.
UNO DE CADA TRES Mientras, el proceso se desarrolla «a buen ritmo», señaló el jefe del Consell, quien detalló que uno de cada tres valencianos ya cuenta con al menos una dosis, tras completar la vacunación de las personas mayores de 70 años y, en especial, de las de 80, con el fin de «proteger a los más vulnerables y a quienes nos han cuidado toda la vida».