El precio de los cítricos se estanca pese a aumentar los gastos un 70%
Un estudio difundido por la AVA evidencia la falta de rentabilidad de los agricultores Uno de los efectos es el abandono de los campos por parte de los productores
Un nuevo documento pone sobre la mesa las dificultades por las que pasan los productores de cítricos, que cada año deben asumir nuevos costes para sacar adelante sus cosechas, mientras que los precios en origen apenas se han movido. Una merma en la competitividad que tiene como consecuencia la progresiva desaparición de campos. En Castellón, son 10.000 las hectáreas abandonadas en las dos últimas décadas.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) revela, a partir de los datos del estudio La citricultura valenciana, la evolución de sus costes de producción e insumos que los determinan, publicado por María Ángeles Fernández-Zamudio, del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), que los costes de producción de los cítricos en la Comunitat aumentaron un 70% entre 1992 y el 2020.
Los gastos totales que acarrea la producción en una hectárea de naranja ascienden a 6.826 euros, lo que supone un importante incremento del 70% de 1992 a 2020 y del 15% durante la última década. En el caso de la mandarina, el coste por hectárea alcanza los 7.589 euros, un 69% más respecto a 1992 y un 16% más que en 2010.
De acuerdo con el informe del IVIA, la mano de obra sigue siendo el principal insumo (porcentaje sobre los costes totales), al estar entre el 21 y el 25% según el cultivo. El agua de riego, no obstante, es el capítulo que más se está encareciendo y ya supone alrededor del 20% del total, un porcentaje que se eleva un 5% más si se une la amortización de las instalaciones de riego. Los costes en fitosanitarios y en abonos se mantienen en un 15 y 10% respectivamente, si bien el estudio no tiene en cuenta el aumento del número de tratamientos para combatir plagas.
AYUDAS El presidente Cristóbal Aguado reclama a las administraciones medidas de apoyo al sector. Denuncia que las continuadas normativas impuestas en materia laboral, hídrica, fitosanitaria o medioambiental han ido encareciendo y dificultando la actividad
agraria y pide, entre otras reivindicaciones, corregir los cambios tarifarios eléctricos previstos por el Gobierno a partir del 1 de junio, e investigar soluciones económicas, sostenibles y eficaces para afrontar plagas y enfermedades.
La AVA también reclama reformar de la ley de la cadena alimentaria que garantice verdaderamente unas cotizaciones por encima de los costes medios de producción, y una revisión de los acuerdos comerciales con países terceros que suspendan importaciones que no cumplan las condiciones exigidas en Europa.