Condenado a doce años por matar a su compañero de trabajo en Altura
El homicida acababa de cumplir 18 años y le quitó la vida a puñaladas con un cuchillo de 14 centímetros Tras una discusión con la víctima, el parricida perdió el empleo y se vengó de él esa misma tarde
La Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a 12 años y medio de prisión, por un delito de homicidio, a un hombre que mató a puñaladas a un compañero de trabajo con el que había discutido en Altura. La sentencia, dictada después de que el jurado popular le declarara culpable por unanimidad, le condena además a indemnizar con 310.00 euros a la esposa, el hijo, el padre y los cuatro hermanos del fallecido por los daños morales que les generó su muerte.
Según informó el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), los hechos ocurrieron hace casi dos años. Concretamente, el 20 de noviembre del 2018, cuando el condenado y la víctima discutieron en la empresa en la que ambos trabajaban. El altercado finalizó con una amonestación al penado, que fue expulsado de su centro de trabajo porque no acataba la autoridad y las órdenes del fallecido, con el que ya había mantenido una serie de enfrentamientos previos.
UN CRIMEN POR VENGANZA Esa misma tarde, el agresor, que acababa de cumplir los 18 años, esperó a la víctima en la puerta de su casa, en el propio municipio de Altura. Después una breve conversación en el portal, los dos hombres fueron hasta un parque cercano, donde iniciaron una pelea en la que se golpearon mutuamente y que acabó desembocando en una fatídica tragedia que conmocionó a todo el municipio del Alto Palancia.
En un momento del altercado, el joven condenado sacó un cuchillo de 14 centímetros de longitud de hoja y asestó dos puñaladas en el costado izquierdo a la víctima. Una de esas cuchilladas le rompió una costilla, le perforó el pulmón y el corazón y le seccionó la arteria coronaria, lo que provocó que el agredido, de 28 años, muriera a causa de una enorme hemorragia masiva.
Según fuentes de la Guardia Civil, el condenado no tenía antecedentes debido, sobre todo, a su recién estrenada mayoría de edad y a que había llegado hacía tan solo un mes de Melilla y se encontraba trabajando como temporero en un almacén de caquis, en el que también figuraba como empleado el hombre que acabó perdiendo la vida por las cuchilladas.