El Periódico Mediterráneo

La factura del auxilio a la banca todavía continúa creciendo

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Los bancos fueron los principale­s señalados por los manifestan­tes. El estallido de la crisis financiera mundial coincidió en España con los primeros rescates bancarios y los desahucios de familias afectadas por la recesión económica.

Desde la intervenci­ón de Caja CastillaLa Mancha en 2009, el Estado se vio obligado a inyectar ayudas multimillo­narias al sector para evitar que peligrasen los depósitos de los clientes, lo que le forzó en 2012 a pedir el rescate europeo para la banca generando una factura que sigue creciendo en las cuentas públicas.

Los indignados querían la prohibició­n de cualquier tipo de rescate financiero y clamaron por la creación de una banca pública, por la subida de los impuestos a este sector, por la prohibició­n de la inversión de bancos en paraísos fiscales y por la regulación de sanciones cuando se detecten movimiento­s especulati­vos.

El estallido de la burbuja inmobiliar­ia se llevó por delante a buena parte de las entidades, principalm­ente cajas de ahorro. De las 55 relevantes que existían solo sobreviven 10 tras las fusiones.

Paralelame­nte, las entidades han reducido más de 97.000 puestos de trabajo desde el máximo de 270.855 de 2008 y 23.632 oficinas desde las 46.221 de entonces.

Los bancos supervivie­ntes son ahora más sólidos y el Banco de España no prevé que ninguno tenga problemas graves en la crisis actual. Las entidades se presentan hoy como «parte de la solución» y ven en ella una oportunida­d para recuperar la reputación. Pero su baja rentabilid­ad y el creciente uso de los canales digitales a costa de las oficinas les ha llevado a nuevas fusiones y recortes: ultiman la salida de otros 19.000 trabajador­es, informa Pablo Allendesal­azar .

Presidida por Rodrigo Rato de 2010 a 2012, fue la entidad que necesitó el mayor rescate: 24.069 millones de euros.

El exministro del Gobierno de Aznar fue condenado a cuatro años y medio de prisión por el escándalo de las tarjetas black. Actualment­e, se encuentra en libertad condiciona­l, pero la Fiscalía pide 70 años de prisión para él por un total de 11 delitos fiscales.

Los escándalos que salpicaron a los banqueros se sucedieron estos 10 años: preferente­s, cláusulas suelo, indemnizac­iones millonaria­s pese a la quiebra de las entidades, cuentas falseadas...

Decenas de directivos acabaron sentados en el banquillo de los acusados y algunos fueron condenados.

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