Ucrania 631
Por si alguien cree que la cosa de Eurovisión no va de política solo tiene que hacer el ejercicio de ir adivinando a quién vota cada quién. A quién vota el jurado profesional y a quién vota la muchachada europea. Solo con eso ya se puede hacer uno la idea de por dónde van los tiros (nunca mejor dicho).
Que Ucrania iba a ganar de forma aplastante era mucho más que predecible. Y no por el ritmo pegadizo de su canción o la letra con mensaje que (digo yo) pudiera tener el estribillo. Ni siquiera que pudiera ser algo parecido a ABBA cantando su Waterloo.
Que Suecia, que es la tierra de la Eurovisión del siglo pasado, tampoco parece una causa para su cuarto puesto. Puede que la amenaza rusa y su voluntad de entrar en la OTAN también haya tenido algo que ver en este resultado.
Es sorprendente y preocupante que Alemania y Francia, corazón de la Unión Europea, se
hayan quedado la última y penúltima, respectivamente. ¿Qué mensaje nos puede dar esto? ¿Qué sus canciones eran malas de narices? ¿o es un mensaje subliminal de la sociedad para que se involucren más en el lío de Ucrania? Vaya usted a saber. Esperemos que sea la primera posibilidad.
EL SEGUNDO PUESTO para United Kingdom puede ser tanto por su tradición eurovisiva como por su actitud antieuropea.
El resto de países, pues lo de siempre: los países exsovieticos, todos a favor de Ucrania y a votarse entre ellos. Los países bálticos tres cuartos de lo mismo, excepto a Finlandia que la han dejado a las puertas de Rusia.
Por eso, el gran éxito de Chanel es mucho más del que nos pensábamos muchos. Lo raro es que no nos ganara Moldavia, que es la próxima en el punto de mira de Putin. *Urbanista