El valor de la emoción
El fabricante de Ingolstadt refuerza y amplía su oferta de modelos capaces de transmitir sensaciones especiales
Audi lleva casi toda su vida ligada de una forma u otra al mundo de la competición. Los hitos alcanzados, primero en el Mundial de Rallys con la tracción quattro, más tarde en Le Mans con la tecnología TDI y la hibridación, y actualmente en el Dakar con la electrificación, siempre han representado un antes y un después en el ámbito tecnológico, reforzando de paso su reputación como marca.
Todo ese ADN de carreras de Audi se refleja de una forma muy clara en su gama RS, una familia que ha ido creciendo poco a poco desde que, en 1994, se presentó el RS 2 Avant. Desde entonces, estas dos letras distinguen a las versiones más deportivas y emocionales de Audi, coches siempre especiales que transmiten sensaciones igualmente singulares.
GRAN VARIEDAD Es evidente que la fórmula funciona, porque la gama RS actual es la más amplia de la historia, con 14 configuraciones distintas que alcanzan a casi todos los modelos de la marca, desde compactos como el RS 3 a coupés como el R8 V10, pasando por propuestas SUV como el RS Q3 y el RS Q8 o 100% eléctricas como el RS e-tron GT, que se ha sumado recientemente a la familia.
Cada uno a su nivel es capaz de ofrecer unas cualidades dinámicas impecables, gracias tanto a la cuidada puesta a punto de chasis, frenos y suspensiones como a la utilización de los propulsores más brillantes y destacados de los que dispone la marca.
Los RS 3, el RS Q3 y el TT RS, por ejemplo, montan un cinco cilindros de 400 caballos y, a partir de ahí, vamos encontrando mecánicas V6 y V8 hasta llegar al imponente V10 que, con sus 620 caballos, convierte al R8 en el modelo de serie más potente de Audi.
Curiosamente, tres de las versiones RS actualmente a la venta ya cuentan con etiqueta Eco y una cuarta disfruta de la etiqueta Cero. Un avance de lo que viene, porque en apenas dos años la mitad de la gama será electrificada.