Un total de 2.156 castellonenses padecen Párkinson en la provincia
Los casos frecuentes son de personas que tienen entre 75 y 79 años
Un total de 20.459 personas se encuentran actualmente en la Comunitat Valenciana con diagnóstico activo (prevalencia) de enfermedad de Párkinson. De ellas, 2.156 son de la provincia de Castellón, 7.523 de la de Alicante y 10.780 de la de Valencia. Por sexos, el 52,61 % (10.763) de pacientes son mujeres y el 47,39% (9.696) hombres y, por grupos de edad, los casos más frecuentes son de personas con edades comprendidas entre 75 y 79 años (4.397 pacientes), seguidas del grupo de entre 80 y 84 años (4.248 pacientes), 85 y 89 años (3.316 pacientes) y 70 y 74 años (2.969 pacientes), según detalló ayer la Conselleria de Sanitat en un comunicado. Desde la Administración autonómica también recordaron que el Día Mundial del Párkinson se celebra hoy para sensibilizar y concienciar a la población acerca de esta enfermedad neurodegenerativa.
Así, del total de pacientes con diagnóstico activo de enfermedad de Párkinson, 3.408 fueron diagnósticos nuevos en 2022 y, por provincias, los datos arrojan que 318 son de Castellón, 1.338 de Alicante y 1.752 de Valencia.
MAL CRÓNICO El Párkinson es una enfermedad crónica del sistema nervioso central, degenerativa y lentamente progresiva que afecta a las células nerviosas, o neuronas, en una parte del cerebro que controla el tono muscular y los movimientos (sistema extrapiramidal).
Se trata, de esta forma, de una patología que es compleja y que tiene una serie de síntomas motores (lentitud de movimientos, temblor, rigidez, inestabilidad postural) y no motores (trastornos del sueño, estreñimiento, problemas visuales, respiratorios, urinarios, cognitivos o también problemas psicológicos).
Esta enfermedad suele comenzar alrededor de los 60 años pero puede aparecer antes en los pacientes afectados por la misma. Aunque no existe una cura para la dolencia de Párkinson, sí que se puede tratar y existen diversos fármacos que ayudan a mejorar notablemente los síntomas y la calidad de vida de cada paciente, según prosiguieron las mismas fuentes de la Administración autonómica sanitaria.