El Girona ahoga a un Barcelona gris... pero que es aún más líder
El triunfo del Villarreal en el Bernabéu le permite incrementar su ventaja a pesar del traspié
No tuvo respuestas el Barcelona. Ni fútbol. Quedó anulado por el excelente trabajo del Girona, que lo dejó seco. Seco de ideas, seco casi de ocasiones (un par en un minuto, ambas repelidas por Gazzaniga, protagonista de una noche insulsa), lo que delata la ineficacia azulgrana. El líder ya se ve tan campeón que juega sin entusiasmo. No desprende pasión. Y ni siquiera el cabezazo de Gavi, ya en el tiempo añadido, quebró la obra gironina. Ese paradón de Gazzaniga sintetizó lo que fue el partido. Después, como símbolo de un encuentro
que fue un caos, llegó la jugada de Araujo, ejerciendo de extremo derecho, para que el taconazo de Lewandowski topara con la defensa de Michel, que lleva a su equipo cada vez más cerca de la salvación.
Dibujó Xavi un Barça extraño. Poco usual, porque apostó por una formación en la que solo introdujo dos cambios con respecto a la alineación que perdió de manera sonrojante en la Copa del Rey. Le dio el técnico la titularidad a Ansu Fati, con lo que eso implicaba. Vuelta al Barça de los extremos. Y luego colocó a Èric García en el eje como socio de Araujo,
confinado, de nuevo, Koundé al ingrato rol de lateral derecho.
Además, lo poco habitual es ver a Sergi Roberto jugando en paralelo con Busquets en un equipo que tardó más de media hora en enfocar la portería del atrevido Girona. Con personalidad y ambición, capaz de asomarse al área de Ter Stegen con cierta asiduidad. Pero sin veneno alguno. Atrevido porque quiere el balón, aunque eso le suponga tomar riesgos.
Las dos primeras ocasiones de peligro del Barça nacieron de fallos del Girona. La primera, un mal pase de Borja García dejó casi
solo a Lewandowski en el área de Gazzaniga. El segundo fallo fue aún más ostensible y peligroso porque Santi Bueno, sin encomendarse a nadie, cedió la pelota hacia atrás sin pensar que su portero estaba en el carril contrario, aunque evitó el gol. El argentino salvó un gol fantasma de Araujo.
Taty Castellanos falló el 0-1 y Xavi fue cambiando piezas para agitar a un Barça inerte, que no desprendía entusiasmo y pasión en su juego... pero es más líder gracias al triunfo del Villarreal en el Bernabéu, que le pone a 13 puntos del Madrid, con 30 en disputa.