Esperas de dos meses en Castellón para las exploraciones oncológicas
La marcha del jefe de Medicina Nuclear al IVO de València merma la actual plantilla
El Provincial asegura que se trabaja también de tarde para atender la demanda asistencial
Atasco en el servicio de Medicina Nuclear del Hospital Provincial de Castelló, encargado de realizar el PET-TAC, dos pruebas en una que permiten obtener imágenes en tres dimensiones con el máximo detalle posible del área que se quiere estudiar. Esta técnica ha supuesto toda una revolución en el diagnóstico y tratamiento, entre otras enfermedades, del cáncer. Esta exploración permite ajustar el tratamiento a las características del paciente.
Según fuentes consultadas por Mediterráneo, la demora en este servicio ronda, actualmente, los dos meses. Una espera que se ha visto agravada, según estas mismas fuentes, por la reciente marcha del que fuera jefe del servicio, el doctor Marco Tajahuerce, al Instituto Valenciano de Oncología (IVO), un reconocido centro privado con el que la Conselleria de Sanitat tiene un contrato de concer
tación para remitir a pacientes oncológicos. Tajahuerce ha dejado el que ha sido su hospital durante 28 años seguidos, los cinco últimos como jefe de este área, un cargo que ocupa ahora en el IVO.
«Se están realizando las gestiones para cubrir a la mayor brevedad posible la baja. Este es el único servicio de Medicina Nuclear que hay en la provincia, por lo que la demanda de pruebas resulta elevada y desde hace dos años se está trabajando por las tardes para prestar asistencia y reducir al máximo los tiempos de espera. Hay que tener en cuenta que los pacientes oncológicos tienen prioridad en el servicio», explicaron desde el centro hospitalario.
«La plantilla ya es de por sí reducida y es urgente cubrir esta va
cante para poder agilizar las exploraciones», apuntan las fuentes.
El actual PET-TAC entró en funcionamiento, en el 2018, para el diagnóstico y seguimiento del cáncer, tras recibir la necesaria autorización del Consejo de Seguridad Nuclear. Con él se pueden realizar unas 1.500 pruebas al año, el doble de las exploraciones que se efectuaban antes de su adquisición. El equipo, que costó 1,3 millones de euros, se ubica en el sótano del área oncológica y da servicio a toda la provincia. Hasta su puesta en marcha, el Provincial alquilaba un PET-TAC móvil que se desplazaba al centro dos días a la semana, mientras que el resto de hospitales tenían que derivar a València a sus afectados para que se les realizara la exploración.