500 días aislada del mundo en una cueva de Granada
La deportista de élite Beatriz Flamini ha formado parte de un experimento sobre desorientación
Su último mensaje en Instagram fue el 18 de noviembre de 2021. «El sábado 20 de noviembre, zarpa de nuevo el barco en un viaje que durará 500 días». La deportista de élite, alpinista y escaladora Beatriz Flamini abandonó ayer la cueva en Motril (Granada) en la que ha permanecido sola durante 500 días a 70 metros de profundidad, cumpliendo así el reto que se propuso cuando decidió vivir este desafío personal. Y batiendo un récord mundial. «En ningún momento he pensado en abandonar, pese a que no tenía ninguna noción del tiempo. Estás ahí para eso», explicó en rueda de prensa dos horas después de salir de la cueva, emocionada (solo unos segundos al inicio, después muy sonriente) y con dificultades, en
algunos momentos puntuales, para expresarse después de casi dos años en completo silencio.
«No tenía ni reloj, ni cama, ni teléfono. Lo ha hecho a pelo y en las condiciones más duras. Es la única persona en el mundo que lo ha hecho así, demostrando sus habilidades innatas para superar obstáculos y su fortaleza mental y física», destacó junto a ella David, un espeleólogo miembro de la Federación Andaluza de Espelelogía y que ha estado siguiéndola estos 500 días. La alpinista ha ido dejando las tarjetas de vídeo que grababa en la zona de intercambio de la cueva, donde se producía la entrega de alimentos y retirada de basura sin comunicación alguna. La deportista entró en la cueva con 48 años y sale con 50. «Os veo con mascarilla [todos la llevaban para protegerla] y para mí sigue siendo 20 de noviembre de 2021 y sigue habiendo covid», dijo.