Laporta se defiende atacando: «El Barça es víctima de una campaña»
El dirigente insiste en que no ha comprado a árbitros, carga contra el Real Madrid...
Empezó antes de tiempo. No es habitual en Joan Laporta, quien compareció en solitario en el Auditori 1899 del Camp Nou para abordar el caso Negreira. A su lado tenía cuatro archivadores gigantes. Y delante estaba la junta arropando al presidente del Barcelona, tras recordar que han reunido «629 informes, 43 cedés y cuatro informes especiales» del trabajo efectuado por Enríquez Negreira y su hijo.
El discurso institucional de Laporta duró 37 minutos. En él, denunció que el Barça es víctima de una campaña, además de precisar que Javier Enríquez Romero, el hijo del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), no está como acusado ni como testigo.
«No tienen nada, porque el Barça no ha cometido nada. El caso Negreira no es un caso de corrupción deportiva, es una campaña», indicó en alusión a Javier Tebas, presidente de LaLiga, tendiendo la mano a Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, ante el temor de que el Barcelona pueda quedar un año fuera de las competiciones europeas si es sancionado.
«El barcelonismo está sufriendo una gigantesca campaña de desprestigio institucional por unas informaciones e insinuaciones difamatorias que no tienen nada que ver con la realidad», indicó. «La UEFA no se apunta a este linchamiento público sin juicio. Se lo hemos explicado, porque se están validando hipótesis que no son ciertas», manifestó Laporta.
«El Barça no ha realizado nunca ninguna actuación que tenga como finalidad o como intención alterar la competición para obtener una ventaja a favor. Evidentemente, no se ha comprado a los árbitros», reforzó. «Ese dinero que se pagó, fue por unos servicios», matizó Laporta, que dijo que el Barça sería «una víctima y perjudicado».
«Se ha hecho un asesoramiento técnico con unas personas que tenían una trayectoria en el mundo del fútbol y en el mundo del estamento arbitral», ahondó. «Pero ese asesoramiento arbitral y técnico no constituye en sí mismo nada ilícito, y mucho menos ilícito penal», sostuvo el dirigente.
«Todo ha quedado reflejado en la contabilidad del club, de forma clara y transparente. Otra cosa es que personas físicas u otras entidades ajenas al club hayan querido sacar provecho. Nos han condenado sin habernos juzgado. Ha existido un linchamiento público sin juicio. Dejemos trabajar a las justicia. Hay personas que de manera inexplicable e intolerable han demostrado una gran irresponsabilidad. En este juicio salomónico se ve claramente que quieren que la criatura nazca muerta», desarrolló Laporta, quien recordó que «el hijo de Enríquez Negreira trabajó para la federación, Valencia o Girona».
Y Laporta señaló al Madrid: «Un club que ha sido favorecido históricamente y en la actualidad por los motivos que sean. Merece la pena recordar que durante siete décadas la mayoría de los presidentes del comité de árbitros han sido de forma ininterrumpida exsocios del Madrid, exjugadores del Madrid, exdirectivos... o todo a la vez». «Que se persone y diga que se sienta perjudicado es un ejercicio de cinismo sin precedentes. Confío en que este juicio los desenmascare. Es el equipo del régimen», soltó.
Además, Laporta insistió en que «nadie metió la mano en la caja». «No tengo ningún motivo para desconfiar de los mandatos que me han precedido», incidió. «Y en mi mandato no se ha metido la mano en la caja», afirmó. «Es el ataque más feroz en contra de nuestro club», elevó la voz. «Pido más que nunca que los barcelonistas estemos unidos en defensa de nuestro club y de nuestro modelo de propiedad para que no nos desestabilicen», manifestó.
«No tienen nada, el Barça no ha cometido nada: el ‘caso Negreira’ no es un caso de corrupción deportiva»
«Que [el Madrid] se persone y diga que se sienta perjudicado, es un ejercicio de cinismo sin precedentes»
«La cantidad pagada hay que contextualizarla en 18 años por unos informes importantes y necesarios»
A juicio de Laporta, «la cantidad pagada hay que contextualizarla en 18 años por unos informes importantes y necesarios, encargados a unas personas con experiencia en estos temas: hay 629 informes y 43 cedés en solo cuatro años». «El prestador principal de los servicios era el hijo de Enríquez Negreira. Y el presidente del CTA no tenía capacidad para designar árbitros y alterar resultados deportivos», aseveró. «Eso lo dice el artículo 20 del reglamento de la Federación», acudió. «No estaba dentro de sus funciones, es algo que han dicho otros árbitros. Pagar a los Negreira no era incompatible con la ética deportiva», resumió el máximo dirigente del Barcelona.