La oferta de alquiler cae un 10% y expertos prevén más desplomes con la nueva ley
Las inmobiliarias de Castellón avisan que muchos propietarios van a optar por vender
Auguran un trasvase de pisos al alquiler vacacional, donde no habrá topes en el precio
La nueva ley de vivienda, que el Congreso de los Diputados prevé votar esta misma mañana, revolucionará el mercado del alquiler, un segmento que en Castellón también vive su particular burbuja. Los precios, aunque lejos de los que se registran en ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga, no dejan de crecer, con lo que para muchos jóvenes de la provincia dejar la casa familiar e independizarse antes de los 30 años es prácticamente misión imposible. La normativa nace con el objetivo de limitar esos precios y, entre otras medidas, regulará y topará las rentas de todos los alquileres que se encuentren en zonas tensionadas. El problema, avisan en las inmobiliarias, es que la ley puede tener un efecto contrario y provocará una reducción de la oferta disponible. Y a menos viviendas en el mercado, precios aún más altos.
En Castellón, y según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), 37.700 familias viven en régimen de alquiler, una cifra que no ha dejado de crecer en las últimas décadas. Y mientras la opción de arrendar una vivienda ha ido ganando enteros, con la oferta de pisos disponibles ha pasado justo lo contrario. El estoc no ha hecho más que menguar hasta el punto de que, de acuerdo a un reciente informe del portal Idealista.com, el parque se ha reducido un 10% en los últimos cuatro años. «Los propietarios cada vez son más reticentes a poner en alquiler una propiedad, prefieren venderla o tenerla cerrada y mucho nos tememos que una vez entre en vigor la nueva ley esta tendencia se acentuará», aventura Cristina Carmona, delegada en Castellón de la Asociación de Empresas Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana (Asicval).
Estas reticencias de las que habla Carmona se deben, fundamentalmente, a que los dueños de los pisos consideran que la normativa protege más al inquilino que al casero. «El propietario se siente desprotegido, no tiene ninguna garantía y esta nueva ley lo que hace es imponerle todavía más limitaciones», argumenta Nora García, presidenta de Asiscval.
La regulación de los precios en las zonas tensionadas (en la provincia más del 50% de las viviendas estará en un área en la que se podrán limitar las rentas) y las medidas destinadas a proteger al inquilino (la normativa, por ejemplo, especifica que los gastos y honorarios inmobiliarios producidos por el alquiler de un inmueble correrán siempre a cargo del propietario) provocarán, según los expertos, que muchas viviendas se queden vacías y que otras, directamente, pasen del circuito tradicional al vacacional, donde existen muchas menos limitaciones para el propietario. «Habrá bastantes propietarios que directamente preferirán el alquiler turístico, donde además los precios no van a estar topados», añade desde Asicval.
Si se cumplen las previsiones de las agencias inmobiliarias y, efectivamente en Castellón se produce este trasvase hacia la vivienda turística, la oferta de pisos vacacionales volverá a sufrir otro incremento. En la provincia, de hecho, se contabilizan 14.217 apartamentos turísticos un millar más que hace cuatro años.
Unidas Podemos pretende que la nueva ley incluya el establecimiento de un tope al número de pisos destinados al alquiler turístico en las zonas tensionadas, aunque el PSOE ha dejado muy claro en las últimas horas que no pondrá cotos a esas viviendas.