La diferencia dentro de Podemos entre criticar y gobernar
Confiamos en ser más decisivos en un futuro ejecutivo local de progreso. Desde la oposición no se puede arreglar nada. Presentar mociones e iniciativas queda muy bien de cara a la galería, pero hay que estar en el gobierno para cambiar las cosas». Son palabras de Ventura Chalmeta, concejal de Podem-EU en el Ayuntamiento de Vila-real, durante la presentación de la candidatura de su formación para las elecciones del 28-M.
No pudo ser más sincero el hombre, que vino a confirmar que tener responsabilidades cambia incluso a quienes llegan a la política desde los pensamientos más extremistas, como es el caso de Podemos, y supongo que también pasaría con Vox.
Chalmeta lleva casi cuatro años en el gobierno municipal de Vila-real tras el ofrecimiento que en su día le hizo José Benlloch.
Tiempo donde ha tenido que tomar decisiones en las áreas que gestiona y, en ocasiones, dejar al lado su ideario para poner los pies en el suelo y hacer frente a la realidad.
Igual sucede en el caso de Castelló con Fernando Navarro y María Jesús Garrido,
ambos en el organigrama de Amparo Marco
al frente de concejalías de calado como Transición Ecológica y Vivienda. Considero que han aprobado en su paso por el consistorio. Navarro tuvo un corto periodo donde intentó ser díscolo, pero rectificó a tiempo y la impresión personal es que se ha precipitado dejando la política porque podía ser útil.
Estamos a pocas semanas de unas elecciones donde bastantes ayuntamientos volverán a necesitar de pactos para formar los gobiernos de la próxima legislatura. Unos co
Chalmeta, Navarro y
Garrido han demostrado que pueden ser útiles para intentar cambiar las cosas en gobiernos municipales
micios donde buena parte de los vecinos vota más a la persona que al partido, pero los llamados minoritarios deberían dejar ahora claro si su intención es sumar o enredar. *Subdirector de Mediterráneo