Del negacionismo se sale

Este es un mensaje de optimismo para aquellos que se levantan cada día con el desánimo como propósito. Ni siquiera entiendo esa actitud entre quienes el 28 de mayo van en una lista electoral que no es la mía. Porque después de una pandemia y de los obstáculos que hemos superado juntos se ha demostrado que todo es mejorable, pero que del negacionismo se sale.

No pierdan su tiempo, que es valioso, pero si revisan los recuerdos de las redes podrán leer todavía aquellos «el Regina Violant nunca estará», «el Grupo B ni lo han derribado ni lo derribarán», «en este barrio estamos olvidados porque todos son iguales», «la Vila es lo único que les importa». Y otros por el estilo. Los negacionistas existieron durante la crisis del coronavirus pese a las evidencias científicas y ahora hay otros creando una Almassora que no existe.

De hecho, esa Almassora catastrofista de la que quieren huir es la que ha batido su récord de empadronamientos hasta superar los 28.000 habitantes. Vivimos tan mal aquí que cada día somos más, tenemos más colegios de verdad y menos barracones, más leds y menos farolas de alto consumo, más metros de aceras accesibles para todos y menos bordillos solo para unos pocos. Tenemos mucho más a pesar de que en estos años no ha habido ninguna subida de impuestos. Es una fórmula que el Partido Popular solo pide cuando se encuentra en la oposición, acostumbrado a subirlos cuando tiene el mando.

DESDE QUE FORMO

parte del gobierno local, la ciudad que hemos construido ha recibido inversiones en todos los barrios porque en todos hay buena gente que merece que los mejoremos con sus impuestos. También gente incívica. Pero en la Almassora que queremos hay más gente que se levanta cada día para trabajar, para cuidar a los suyos y disfrutar del Casal Jove, del Trinquet, del casco antiguo peatonal, de Sant Jaume y Santa Quitèria, de tres nuevos colegios y un IES que llegará. De todo lo bueno porque del negacionismo se sale.