Lia Sánchez hace historia al ser la primera fallera mayor trans
La joven de 24 años es nombrada en su comisión, Manuel Candela-Avenida del Puerto
Quiero que se sepa por qué soy una privilegiada. Ahora mismo tengo una vida con pocas complicaciones. Con una familia que me apoya, con una falla que me ha visto crecer y que me ha arropado incondicionalmente. Es decir, no he podido tener un entorno más favorable y más comprensivo. Mi vida es sencilla, soy feliz con mi cuerpo, con mi trabajo, con mi falla... pero a no todas les pasa lo mismo y no quiero que se excluya a nadie. Por eso, además, quiero que se sepa y se aprecie».
Y por todas estas razones y más, Lia Sánchez Carballo va a ser la primera fallera mayor trans de una comisión de València. Por lo menos, que se sepa. Desde ya es la representante de la comisión de Doctor Manuel Candela-Avenida del Puerto, puesto que con el nombramiento ya pasa a ejercer el cargo. Estará acompañada de un presidente infantil, Iker Peña, «que es súper fallero», y de dos presidentas que se estrenan este año, Andrea Barrachina y
María Toledo. La nueva fallera mayor no puede estar más feliz. «Va a ser un año mágico, en una comisión que todos nos conocemos, somos mucha gente joven. Y contarán además con la ilusión de alguien como yo, que es fallera desde que nació».
A Lia le pilló la transición en ple-plena pandemia. «La verdad es que todo aquello me vino de golpe, pero pudimos hacerlo prácticamente todo a través de teleasistencia. Al final, aunque fuera con algún retraso, tampoco fue tan complicado. Fue peor la tramitación del DNI, el papeleo, que la cuestión personal. Ahora, con la nueva ley, habría sido más sencillo». Fue ese periodo el único momento que dejó la falla «porque necesitaba espacio para mi en esos momentos».
Inmediatamente regresó y no lo dudó: quería cumplir su sueño. «Con la felicidad del apoyo que me han dado en casa, el que me ha dado una comisión que me ha visto crecer. Era mi año y aquí estoy». Se presentaron dos falleras «y la otra compañera me ha cedido el turno. Ella lo será el año que viene».
Lia está especialmente feliz «por serlo, por abrir esa puerta y por tener un entorno tan magnífico. En la falla de toda la vida y en casa. Especialmente mi madre, que es mi pilar fundamental. Y habría sido el sueño de mi abuela».
Lía es maquilladora, tiene 24 años y cumplirácumplirá 25 antes de Fallas. Lo suyo es ser pionera. Porque, por ejemplo, «de niño fui presidente infantil con mi hermano y nos hicieron muchas entrevistas porque fuimos los primeros mellizos. Desde luego, lo mío es abrir puertas». Lo que no quita para que, por ejemplo, no contemple las preselecciones. «A día de hoy, estar en la corte no es la mayor de mis prioridades. Si con el paso del tiempo... y si hay que ir se va, pero para mi lo importante es todo lo que voy a vivir en mi falla de toda la vida».