«Siento a la Virgen en cualquier rincón de nuestra ciudad»
Sergio González ha aprendido a vivir la cristiandad en los detalles más cotidianos
Sergio González representa este año la figura del Clavario en las fiestas de la Mare de Déu del Lledó. Para él, ser el Clavario «es muy emocionante, te permite situarte frente a la Virgen, a su costado más próximo. Como castellonense es uno de los privilegios más significativos que te puede conceder el Ayuntamiento durante un año». Formar parte de una fiesta tan emblemática es un orgullo para él, que siente «una gran responsabilidad por todo lo que comporta este título: representar a la ciudad, con todo el valor y la devoción que ello conlleva en el acompañamiento de la virgen y de la Cofradía». El Clavario es ambicioso y espera que «a pesar de la distancia tan grande que separa mi domicilio de Castelló haya podido estar a la altura de lo que merecen estas celebraciones».
CRISTIANISMO
González se siente muy agradecido por su elección. «Que el Ayuntamiento y la Cofradía confiaran en mí me ilusionó mucho. He crecido en el seno de la parroquia de San José Obrero, en el barrio de Crèmor, perteneciente a la Orden de la Merced, y poder acompañar a la Virgen desde
la figura del Clavario ha supuesto elevar y dar visibilidad dentro de la comunidad de Castelló a los valores que me han inculcado en esta parroquia: misericordia, austeridad, humildad, redención y acompañamiento de los perseguidos y más necesitados», afirma.
La tradición para González y su familia es algo muy importante. «He pertenecido toda la vida a la Gaiata 5 Hort dels Corders, junto a mi familia y a los vestidores del tapiz de flores de la virgen. La tradición es algo que llevo intrínseco dentro de mí», señala el Clavario, quien reitera que se trata de «uno de los regalos más bonitos que nos ha he
EMOCIÓN «Estar cerca de la Lledonera es un regalo que me llevo para toda la vida»
cho Castelló a mi familia y amigos más allegados. Lo hemos vivido todos juntos con la emoción de uno mismo». Para el Clavario, la Lledonera «representa algo muchísimo más fuerte que trasciende el propio procesamiento de la fe cristiana. Para mí la Lledonera es Castelló en su máxima expresión. El sentimiento hacia ella está en el ADN de todas las personas que hemos nacido en esta tierra».
González confiesa que se trata de una oportunidad maravillosa, ya que «ser Clavario te permite estar cerca de ella, de la Mare de Déu, un regalo que me llevo para toda la vida, con todas las vivencias que he compartido a lo largo de este año».
González lanza un mensaje a los castellonenses: «Me encantaría decirles que se acerquen durante esta semana a todos los actos que se preparan en honor a nuestra patrona, especialmente el domingo 7. Estas fiestas han supuesto un gran esfuerzo para toda mi familia, un labor que repercute en una ilusión enorme por estas jornadas que queremos compartir junto a todos los castellonenses y su devoción por nuestra mareta ». El Clavario también les invita a procesar esta devoción y fe cristiana en su expresión más social: «No hay mayor valor como sociedad que la solidaridad».