Renuncia el jefe de cardiólogos del General
El motivo es la carga asistencial por la falta de especialistas en Vinaròs
La falta de cardiólogos en el Hospital Comarcal de Vinaròs, que ha generado un gran revuelo porque se vuelve a poner de manifiesto los problemas asistenciales en el norte de la provincia, se está dejando notar y mucho en el General de Castelló, donde ayer mismo el jefe del servicio de Cardiología presentó su renuncia. El motivo, según el sindicato médico CESMCV, responde a «la imposibilidad de poder mantener la calidad asistencial cardiológica a los pacientes de este departamento debido a las decisiones adoptadas desde Conselleria de Sanitat».
«Ahora, después del desastre que supone que el Comarcal de Vinaròs se quede sin cardiólogos, cuando esto es un problema crónico de este hospital y la Conselleria estaba reiteradamente advertida de que iba a suceder, se les exige atender la patología cardiológica de todo un departamento que ya ha quedado desmantelado por la falta de previsión», criticaron ayer desde el propio sindicato.
Desde CESM-CV exigen «soluciones inmediatas, responsables, reales y que se ponga en marcha el decreto de plazas de difícil cobertura que tanto han publicitado y que ha quedado bloqueado en los despachos al no haberse reconocido ni una sola plaza con esas características». «No solo no se han solucionado los problemas del Hospital de Vinaròs sino que, además, se va convertir el General de Castelló en un hospital plagado de plazas de difícil cobertura».
De este modo, el malestar entre la plantilla de cardiólogos del hospital de referencia de la provincia es grande porque consideran que la opción que ha tomado la Conselleria para mitigar la baja de los dos especialistas de la plantilla de Vinaròs no es una solución al problema. El departamento de Miguel Mínguez ha optado por trasladar puntualmente a especialistas de otras áreas de salud a cambio de una retribución extra, pero los facultativos del General consideran que esta medida no es suficiente para poder atender correctamente a los casi 100.000 pacientes del norte de la provincia.
Además, insisten en que la carga de trabajo de los especialistas del General se está viendo incrementada por el vacío asistencial que hay en el departamento de salud vecino, a pesar de soportar ya una enorme presión desde el estallido de la pandemia.