De tripas corazón
Tuve amistad con una excelente cantante, a la que recuerdo por haber intervenido con ella en varias zarzuelas. En una de ellas, la diva no se encontraba en el mejor momento, porque una faringitis le afectaba, no poco, la emisión de la voz. Cuando fue a salir al escenario, me dijo:
--Me tocará hacer de tripas corazón. Y salió a escena y cantó como si tal cosa, sobreponiéndose, por entero, a su afección laríngea. Hoy al recordarla, la asocio a esa frase, que es uno de los aforismos más populares del rico refranero español. Su significado está bien claro: echarle redaños a un asunto que parece estar por encima de nuestras posibilidades.
El corazón es el paradigma del denuedo, de la gallardía y la conciencia. Por otra parte, las vísceras son la parte oculta, las entrañas y, por ende, el instinto, el temple, el incentivo, las agallas y las osadías. En estas razones, se deduce que vienen a significar, el sacar fuerzas de flaqueza, el sobreponerse a todo. Dicho en román paladino: «Hacer algún afán, por cojones», que por algo esas borlas de la anatomía, están debajo del bandullo y son la metáfora de la masculinidad. Y no solo por cuestión de sexo, sino de coraje y de nervio.
EL USO DEL
proverbio se va, como cercano, al siglo XVII. No hay más que leer, con atención, la excepcional novela El ingenioso hidalgo, Don Quijote de la Mancha. En ella, Cervantes pone, en el capítulo 47, en boca de Sancho, esta frase, bien reveladora: «No puedo pasar sin comer y si hemos
Su significado está
bien claro: Echarle redaños a un asunto que parece estar por encima de nuestras posibilidades
de estar prontos para estas batallas que nos amenazan, menester será estar bien mantenidos, porque tripas llevan corazón que no, corazón tripas».