Los dueños pagarán hasta 813 € por cada casa vacía
La ley de vivienda permite a los ayuntamientos subir hasta un 150% el IBI de los pisos en desuso
Es una de las leyes estrella de la legislatura. La nueva norma por el Derecho a la Vivienda, que fue aprobada a finales de abril en el Congreso de los Diputados aunque su entrada en vigor todavía está pendiente, nace con el objetivo de ampliar el parque de pisos en alquiler y combatir la escasez de oferta que en provincias como Castellón está disparando los precios. Para conseguirlo, los ayuntamientos podrán aplicar un recargo de hasta el 150% en la cuota del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los propietarios de casas de carácter residencial que se encuentren vacías. Y eso, en la práctica, significa que los dueños de las viviendas en desuso de Castellón podrían llegar a pagar, de media, hasta 813 euros, frente a los 325 que abonan en estos momentos.
Los propietarios de los pisos vacíos se enfrentan a una subida de impuestos, pero será cada ayuntamiento el que decida si aplica o no el recargo. Si opta por aumentar el IBI, antes tendrá que identificar qué viviendas de su municipio cumplen con los requisitos que recoge la nueva ley. Una vez determinadas, cada consistorio podrá aplicar diferentes recargos en la factura: uno del 50%, otro del 100% y otro máximo del 150%.
La normativa define como vivienda desocupada aquella que permanezca vacía, de forma continuada, por un plazo superior a dos años salvo determinadas causas justificadas (por ejemplo, el traslado temporal por razones laborales o inmuebles sujetos a obras o rehabilitación). Por lo tanto, una segunda residencia que se utilice durante las vacaciones no entraría en esa catalogación.
Si la casa lleva dos años vacía y pertenece a un propietario que tiene cuatro o más viviendas de uso residencial, el ayuntamiento podrá aplicar un aumento en el
IBI del 50%, con lo que en Castellón esos pisos pasarían de abonar un promedio de 325 euros a 487,8 euros, según los cálculos realizados por este periódico a partir de la estadística catastral, que refleja la cuota líquida media por inmueble durante el año 2022.
Pero es que, además, la normativa permite incrementar hasta el 100% este recargo cuando se trate de viviendas desocupadas por un plazo superior a 3 años (la cuota líquida ascendería en Castellón a una media de 650 euros) y otro 50% adicional (hasta un máximo del 150%) cuando los inmuebles pertenezcan a titulares que tienen dos o más viviendas desocupadas en el mismo municipio.
Si se aplicaran todos los recargos, la factura media de cada piso vacío superaría en la provincia los 800 euros, aunque la cifra variaría en función de la localidad. En Castelló, por ejemplo, donde la cuota media es de 394,5 euros, el montante rozarían los 1.000 euros.
PROYECTO EN LA CAPITAL La nueva norma contempla una subida en la factura del IBI para los pisos vacíos y la iniciativa gusta a muchos ayuntamientos de la Comunitat, entre ellos el de la capital, que en los últimos años ha trabajado en varias iniciativas para gravar las viviendas desocupadas. De hecho, el consistorio anunció a finales del 2021 la elaboración de un censo de casas vacías con el objetivo de aplicar un recargo del 50% en el IBI en aquellas unidades de grandes propietarios que lleven un año en desuso. En València se ha dado un paso más y el Ayuntamiento que dirige Joan Ribó (Compromís) ha optado este año por incrementar un 30% el impuesto a todos los propietarios de más de diez viviendas vacías.