La chistera de Sánchez
La Moncloa Pictures y su satélite mediático CIS, cientos de funcionarios cobrando del erario público, pasarán sin paragón a la historia del ilusionismo, en el logro de la milagrosa chistera del presidente Pedro Sánchez, rostro de mármol y corazón de plomo.
La propaganda siempre resultó plato fuerte de innombrables protagonistas de las páginas más tristes de la civilización. En la cuarta economía de la Unión Europea resulta inquietante que los ciudadanos sean tratados como tontos. Cada día Sánchez Pérez y sus voceros anuncian el reparto de prebendas en forma de miles de millones de euros que inmediatamente pasan por la bendición del Consejo de Ministros. Ayer incluso hubo una reunión extraordinaria del Ejecutivo para ampliar en 2.000 millones las medidas de apoyo al sector agrario y ganadero. Mañana veremos qué promesa de caramelo cae. Entre los muchos ejemplos de españoles en experimentar en sus carnes el popular refrán «una cosa es predicar y otra dar trigo», sirve recordar la situación de los damnificados vecinos de La Palma que reciben en cuentagotas las ayudas prometidas. En la tómbola desatada de dar y dar a cuenta del Estado, otra cosa es recibir lo prometido, brilla con luz propia la ocurrencia de la vicepresidenta Yolanda Díaz anunciando un cheque universal de 20.000 euros a cada españolito que cumpla 18 años. Qué maravilla, atamos los perros con longanizas. Y aún faltan 17 días para el 28M.
Dentro del circo electoral sanchista, hay episodios más allá de la técnica del telepredicador. Bildu, socio del Ejecutivo, lleva en las listas municipales a 44 etarras, varios de ellos asesinos. Reveladora la sonrisa de hiena de la diputada al ser preguntada. Sánchez de perfil.