La vivienda irrumpe con fuerza en el 28-M a golpe de anuncio electoral
Las propuestas de Sánchez y la crisis habitacional llevan el debate a primera línea
Movilizar hasta 50.000 pisos de la Sareb para alquiler social, construir o rehabilitar 43.000 casas más con fondos europeos, otras 20.000 a promover en suelos del Ministerio de Defensa y avales hipotecarios para jóvenes. A golpe de promesa electoral, el Gobierno ha conseguido instalar el tema de la vivienda en el centro de la campaña del 28-M, obligando al resto de partidos políticos a posicionarse ante esas iniciativas que afectan a un asunto de máxi
ma actualidad por la crisis habitacional provocada por el incesante aumento de precios y la masificación y que además impacta con crudeza a los más jóvenes, un nicho de votos clave.
El debate del ladrillo se ha replicado con fuerza en la Comunitat Valenciana, donde el Botànic ya tenía avanzadas algunas de las propuestas de Pedro Sánchez, como las 500 casas adquiridas a la Sareb en la autonomía para destinar esos pisos a alquiler asequible.
Esto, unido a la recta final de la convulsa tramitación de la ley de
Vivienda en el Congreso de los Diputados y a su futura adaptación autonómica, ha terminado por desatar algunos roces internos en el Consell, con Unides Podem, que ha gestionado la Conselleria del ramo estos cuatro años, reclamando reconocimiento por esos logros e incluso acusando a sus socios del Botànic de plagio.
Pese al interés que ahora muestran la práctica totalidad de las formaciones por diferenciarse con las políticas de vivienda, el asunto no ha sido demasiado protagonista durante una legislatura en la que sin embargo, se han producido avances en lo que al maltrecho parque de vivienda pública valenciano se refiere.
No se incorporaba un solo inmueble desde hace 30 años y en los últimos tres se han incorporado en torno a 1.200 casas, en gran parte gracias al decreto de tanteo y retracto aprobado en 2020 por el Consell. Pese a la mejora, se está todavía muy lejos de cubrir la demanda, ya que hay más de 13.000 personas en lista de espera en la Comunitat. En Castellón, la cifra de familias pendientes de un piso público asciende a 2.500.
Ahora, prácticamente todos los programas del 28-M recogen promesas de ampliación del parque público de vivienda. Salvo Ciudadanos, todos apuestan por esta vía: el PSPV, por ejemplo, anuncia 10.000, las mismas que el PPCV, mientras Compromís asegura 5.000 y Unides Podem, 4.000. Vox, en cambio, no pone cifra.
A partir de ahí se abren los diferentes enfoques entre bloques. Mientras los partidos de la izquierda se enfocan a posibles aplicaciones autonómicas de la Ley de Vivienda estatal y socialistas, valencianistas y morados prometen intervenir el mercado para limitar los precios de los alquileres en las llamadas zonas tensionadas, la derecha plantea otras opciones. Y entre las más destacadas está aplicar una rebaja en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, sobre todo a jóvenes que compran su primer inmueble.
TODOS PROMETEN VIVIENDA PÚBLICA
Todos los partidos salvo Ciudadanos prometen incrementar el parque público