Las bodegas resisten a la sequía y sacan pecho en la Fira de les Useres
La feria registra gran actividad y los organizadores confían en superar las cifras de la pasada edición Aprovechan la celebración de la feria para rechazar la implantación de las macroplantas fotovoltaicas
La temporada en jaque. El sector vitivinícola de Castellón recibe con los brazos abiertos la Fira del Vi que se celebra este fin de semana en les Useres, un gran escaparate para las bodegas locales, que miran al cielo esperando las lluvias ante una cosecha «muy deficiente» debido a la sequía. «Si en el 2022 salieron unas 600.000 botellas, este año la mitad o menos», asegura el presidente de la IGP de
Castelló, Juan Carlos Pavía. «La naturaleza siempre te sorprende: El 2020 fue un año muy lluvioso y hubo problemas con la aparición de hongos; el 17 de abril del 2021 hubo una helada y se perdió casi la totalidad; el año pasado fue bueno y este, de momento, no lo es», explica Pavía, que también es uno de los fundadores de El Mollet Vino y Cultura. «Normalmente en la zona de les Useres caen entre 400 y 450 l/m2, el año pasado se registraron casi 700 l/m2 y en lo que llevamos de 2023 no llegamos ni a 50 l/m2, según datos de Ava
met; sin agua poco se puede hacer», añade este bodeguero.
En términos similares se expresa Rafa Gil, de la Bodega Les Useres, quien explica que el año pasado su producción fue de «unos 300.000 kilos (no todo botellas) y este no llegarán a 150.000 kilos». Tendría que empezar a llover de forma constante durante lo que queda de primavera para que cambien las tornas.
Por ello, la Fira del Vi es sin lugar a dudas, una de las señas de identidad más reconocidas del pueblo. La feria, inaugurada ayer
por el alcalde, Jaime Martínez, acompañado por varios concejales de la corporación; registró una gran actividad desde el primer momento, por lo que los organizadores confían en superar las cifras del año pasado. La cita está concebida como una celebración de marcado carácter popular.
GRAN PRESTIGIO // Los vinos de les Useres gozan cada vez de un mayor prestigio no solo a nivel nacional, sino también el extranjero y son uno de los más sólidos pilares económicos del municipio.
Asimismo, la feria, que este año alcanza su novena convocatoria, se ha convertido en la plataforma perfecta para que los bodegueros, con el soporte del Ayuntamiento, muestren pública y enérgicamente su rechazo a las macroplantas fotovolaticas «que nos impedirán cultivar la vid y, por lo tanto, producir vino», explica. Un estand, además, reparte información sobre el asunto, al tiempo que se solicitan firmas contra estos macroproyectos y se moviliza a vecinos y visitantes por la manifestación del 20 de mayo.