Abascal reta a los niños a grabar las clases de educación sexual
Vox lanza proclamas ideológicas pero ninguna propuesta concreta
La extrema derecha de Vox se citó de nuevo ayer en la plaza Artós de Barcelona con el objetivo de llevar «el símbolo de la resistencia contra el separatismo» a la plaza Sant Jaume. Con unas encuestas que les sitúan en el límite del 5% necesario para obtener representación y el
PP llamando a unir el «voto útil» en su papeleta, la formación se volcó en la visita de su líder, Santiago Abascal, y llenó la plaza.
Un mitin donde se pudo oír gritos de «fuera Colau» o «Puigdemont a prisión», y donde el partido tiró de marca, lanzando proclamas ideológicas y agraviando al resto de candidatos, pero sin ninguna propuesta concreta para la ciudad. «En estas elecciones no solo se vota el alumbrado público y la recogida de basuras, sino cosas mucho mas importantes», exclamó Abascal.
Así, el líder de la extrema derecha acusó a la alcaldesa Ada Colau (BComú) de ser una «comunista psicópata y peligrosa», a Xavier Trias (Junts) le tachó de «separatista» y a Jaume Collboni (PSC) de «progre» y «cómplice» de las políticas del actual gobierno municipal. Unas políticas que aseguró han «destruido Barcelona», han llevado a la capital catalana a la «cabeza de la inseguridad», han dado más «derechos a los okupas y a los inmigrantes» y se han «entregado» a los «agresores grupales».
Un discurso que también abanderó el candidato de Vox en la capital, Gonzalo de Oro, que prometió «mano dura» y «poner orden» a la que considera la ciudad «más insegura» y «líder en homicidios y violaciones» por ser «la meca de la inmigración y la delincuencia de Europa». Abascal y De Oro, junto con el líder de la extrema derecha en Cataluña, Ignacio Garriga, quisieron lanzar un mensaje contra su principal competidor, el PP, que en estas elecciones pide concentrar el voto útil para no perder apoyos constitucionalistas en partidos que no lleguen al umbral de 5%.
Los tres dirigentes de la formación hablaron de encuestas manipuladas y pidieron a los votantes que no se dejen «engañar» por los que les «vendieron en el pacto del Majestic». «Hace dos años les dijimos quién era el voto útil: ellos sa
caron tres diputados en el Parlament, nosotros 11», exclamó el alcaldable. Con todo, Abascal tiró de argumentario, acusando al actual Gobierno de Pedro Sánchez de convertir «la mitad de la sociedad en sospechosa» con la ley del solo sí es sí o de estar «pervirtiendo y corrompiendo» a los niños con la educación sexual en las escuelas. Bajo este planteamiento, retó a los alumnos a grabar de escondidas con el móvil estas clases y enseñárselo luego a sus padres.
EL DERECHO A UN CHULETÓN Así, pidió poder educar a los niños lejos de la «nueva inquisición y el puritanismo» de los actuales gobiernos. También reivindicó el derecho a comer un «chuletón» sin que se le recuerde la huella de CO2 que dejan. «Los insectos que se los coman ellos», exclamó.