Sergio se pone a punto
El burrianense remonta de la 18ª a la 10ª plaza en Le Mans antes de pasar por el quirófano
Sergio García Dols (Kalex) también tuvo su cuota de protagonismo en un fin de semana histórico. En el gran premio número 1.000 del Mundial, con récord de asistencia (116.692 espectadores ayer, para completar 278.805 entradas al circuito de Le Mans durante todo el finde), el burrianense, en su quinta carrera en Moto2, firmó otra remontada marca de la casa, desde la 18ª hasta la 10ª plaza. El resultado pudo ser mejor, porque a cuatro vueltas del final era 8º, pero lo importante es que ya está cerca del ritmo de cabeza y eso es lo más trascendente para un rookie como él, ver que puede competir por el podio, pues encima está corriendo mermado físicamente por el síndrome compartimental que castiga sus antebrazos desde el inicio de curso, provocándole mucho dolor y una pérdida de fuerza que se acentúa a medida que avanza la carrera. Pero a eso le pondrá solución esta semana, pues desde Francia se ha trasladado directamente a Barcelona para pasar por el quirófano en la clínica Dexeus. El posoperatorio es 15 días en reposo y luego ponerse en manos de los fisios para llegar casi perfecto a la siguiente parada del campeonato (Mugello, 11 de junio). No puede desviarse de ese camino porque el riesgo de la lesión es una recaída.
En los próximos 14 días, por fin, tendrá tiempo libre y seguro que repasará la última prueba, muy accidentada por las caídas. Primero se fue al suelo el poleman Sam Lowes y luego tres pilotos de una tacada en un escalofriante choque con tres españoles implicados (Arenas, González y Canet), obligando a dirección de carrera a sacar la bandera roja (en esos poco más de 10 kilómetros Sergio se había situado noveno). Vuelta a empezar con las mismas posiciones de la clasificación, pero con el gran premio reducido a 14 giros. Y en la reanudación Arbolino puso la directa, con Pedro Acosta besando el asfalto (cayó en la persecución del italiano) y el burrianense, 10º, escalando de nuevo y cerrando un grupo muy estirado de cinco pilotos. En los últimos compases, tras mantener a raya al subcampeón del mundo de Moto2, Ai Ogura, acabó cediendo ante el nipón y bajó al 10º puesto. «A partir de la vuelta ocho el dolor era insoportable», admitía resignado.