Descentralizar
Al edificio de los antiguos juzgados en la plaza Borrull de Castelló ya le han asignado destino. Las obras, con una inversión de 12 millones de euros a cargo de la Generalitat, encaran su recta final para estar listas en julio. Y su estreno puede que vaya acompañado de la flamante sede de una conselleria. Eso es al menos la idea que tiene Ximo Puig si renueva su cargo de president al frente de un tercer gobierno del Botànic.
La descentralización de organismos dependientes de la Administración del Estado fue una de las apuestas que en su día lanzó el Gobierno de Pedro Sánchez, apoyándose en el maná de los fondos europeos. El primer objetivo no era trasladar fuera de Madrid un ministerio o un ente público ya consolidado, sino deslocalizar organismos de nueva creación.
El mensaje no estuvo exento de críticas. No las de Puig, que siempre ha mantenido su apuesta por esa descentralización con una frase que viene acuñando desde hace tiempo: «Federar es unir». En su día pidió para València la sede de Puertos del Estado.
En la legislatura que ahora acaba trasladó a Alicante la Conselleria de Innovación y el jueves propuso instalar en esa misma ciudad una segunda. Castellón siempre ha sido la hermanita pobre de las tres provincias de la Comunitat Valenciana y no podía quedar al margen de esta descentralización, por lo que también tendrá su conselleria. ¿Cuál? El president y candidato del PSPV dice que tiene «algunas ideas» pero que no quiere improvisar, más si tenemos en cuenta que falta por saber qué pasará el 28M. La idea primigenia era que la Conselleria de Políticas Inclusivas copara buena parte de la infraestructura de Borrull, con la ubicación allí de la Dirección Territorial de Bienestar
Social. Pero sea cual sea, lo importante es que sea una realidad.
Otra cuestión es cómo acogerá el Ayuntamiento de Castelló esta medida anunciada, toda vez que no ha escondido nunca su intención de compartir el inmueble.
No hay duda de que lo de la conselleria es una muy buena noticia para Castellón si llega a materializarse, lo que conlleva ese tercer Botànic. Pero es curioso que esa deslocalización que promueve Puig se tornase a la inversa, con el traslado de los centros de información y coordinación de urgencias (CICU) de Castellón y Alicante a Valencia, ordenado por la Conselleria de Sanitat y a pesar de las protestas sindicales y políticas.
Ahora, el candidato del PPCV a la Generalitat, Carlos Mazón, quiere revertirlo y anuncia también su propuesta de descentralización, devolviendo el CICU a las otras dos provincias.