Con las orejas tiesas Pedro Sánchez se abona al pan y circo
Esto de estar en campaña electoral no debería terminar nunca! Ayudas del 50% a los jóvenes para irse de vacaciones, solo este verano, que el que viene ya no hay elecciones, con el Interrail europeo; renovación del bono cultural de 400 euros para los jóvenes, que invierten en entradas a macrofestivales y videojuegos, que revenden, en lugar de en libros o espectáculos culturales; un bono para que los mayores de 65 años puedan ir al cine los martes por únicamente dos euros; flexibilización de las condiciones para acceder a la jubilación anticipada de los trabajadores con discapacidad igual o superior al 45%; avales a través del Instituto de Crédito Oficial para garantizar el 20% de la hipoteca de una primera vivienda para jóvenes menores de 35 años.
Y así sin parar, una promesa electoral tras otra, en las últimas semanas.
Ya saben ustedes de quién escribo.
LOS POLÍTICOS ROMANOS
diseñaron un plan en el año 140 a. C. para ganarse el voto de la plebe basado en el clientelismo. Y es que descubrieron que al regalar comida barata y entretenimiento se lograba una alienación del pueblo que lo despojaba de su espíritu crítico, mientras a la vez se sentía satisfecho por esa falsa generosidad de los gobernantes. Esta estrategia demostró ser una forma muy efectiva de acceder al poder en aquellos tiempos.
Pedro Sánchez, cual Julio César del siglo XXI, ha perfeccionado esta frase de forma magistral, como corresponde al presidente más excelso de la democracia española… ¡e incluso de la mundial!
No sé si Pedro Sánchez pasará a la historia de España por ser el presidente que exhumó los restos de Franco del Valle de los Caídos, pero estoy convencido que sí que será recordado por ser, posiblemente, el presidente más hipócrita y con el rostro más pétreo que hemos conocido los españoles que actualmente le sufrimos.
Por cierto, esperaremos al próximo martes electoral… ¡así que a ver que promesa toca esta vez!