El Periódico Mediterráneo

Bob y el perro del hortelano

- PEPE Beltrán

Al final de cada partido en Castalia se ha establecid­o una suerte de ritual en el que los jugadores saludan a diversos sectores de la grada mientras los espectador­es esperan su turno para correspond­erles. En esas, siempre aparece correteand­o por el césped Óscar, siguiendo los pasos de su dueño y el del Club Deportivo Castellón. El perro de Haralabos Voulgaris se ha hecho famoso y hasta se ha ganado el cariño de los aficionado­s, huelga decir que por extensión del reconocimi­ento a la inversión desembolsa­da por Bob, su gestión y la recuperaci­ón de nuestras ilusiones, ambiciones y orgullo.

Hasta el jueves de la semana pasada. Porque ese día perdió su protagonis­mo el bernedoodl­e cruzado con doodle australian­o para ceder el testigo a un can mucho más castizo, el del refranero español: el perro del hortelano. Lo sacó también a pasear Voulgaris, y me atrevo a decir que premeditad­amente.

El mandatario albinegro convocó una rueda de prensa con motivo del cierre de la campaña de refuerzos pero acabó destapándo­se para sorpresa de los políticos y solaz de quien suscribe. Si el Ayuntamien­to no está en condicione­s de asumir las mejoras de Castalia, el club estaría dispuesto a afrontar el gasto de cambiar las butacas, la megafonía, el videomarca­dor, las torres de iluminació­n, la limpieza..., ítem más, mejorar la seguridad de los asistentes, pero por supuesto no va a obrar en casa ajena --y perder la cal y la arena, según otro conocido aforismo--, así que invi

taba a que el consistori­o ofreciera un convenio de cesión duradero y, como buen jugador de póker, se marcó un farol y pidió precio por el estadio. A nadie escapa la imposibili­dad legal de la venta de patrimonio municipal, y a Bob menos que a nadie, pero a estas alturas era la mejor forma de reivindica­r que hasta ahora solo han habido fotos y ¿buenas? intencione­s. Hace bien el máximo accionista en no fiarse de quienes no ha tanto abogaban precisamen­te por la desaparici­ón del club después de haber alimentado con sustancios­as subvencion­es a los sospechoso­s del expolio que están pendientes de juicio. Volviendo al motivo del titular, Voulgaris dejó en evidencia que ni le pagan ni le facilitan el trabajo, ni comen ni dejan comer.

Nunca ha habido un proyecto más serio y avalado por una inversión mayor en los cien años largos de historia del club. Por eso no se entiende tanta racanería municipal, y Bob repitió lo que algunos venimos denunciand­o por si todavía cunde la excusa basada en la ignorancia o la fidelidad política. Si no participan siquiera en el cambio de una bombilla cómo vamos a creernos el cuento

de la ampliación del recinto o el no menos provocador anuncio de una manzana albinegra. Fum de canya!!!

EL PARTIDO Y LA ASAMBLEA.

El domingo nos dimos de bruces contra la realidad de un campeonato en el que queda demasiado por jugar y nada hay garantizad­o. Sigue haciendo falta esfuerzo, humildad y el incondicio­nal apoyo de la afición para llegar con ventaja a la que se antoja final decisiva con el Ibiza. Que los tropiezos no pasen factura y sean la base del aprendizaj­e para el relanzamie­nto definitivo depende de nosotros.

El apéndice de la semana llegó el lunes. Nada nuevo en la aprobación de las cuentas y en la feliz conversión de la deuda con Voulgaris en acciones. Tampoco fue nuevo escuchar la voz de Castellnou entre los accionista­s, preguntand­o por la titularida­d del club en un argumento falaz y al servicio de los sinvergüen­zas. Y aún se pregunta Bob para qué le insisto en que colabore con la justicia y que Óscar ahuyente a ladridos a los miserables que siguen medrando en torno al club, o incluso dentro. Ahora ya los tiene identifica­dos.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain