Un comercio local ‘tocado’ exige más implicación de las administraciones
El sector afirma que es necesario adaptar el entorno, las leyes y «la mentalidad comercial» El edil de Comercio reconoce que el centro está «mal» y que trabaja en soluciones
Marton, Cortinas Miralles, Zara, Reverter y, próximamente, Almacenes Monfort, Discos Ritmo, peletería Ciara, Oysho... son algunos de los comercios del centro de Castelló que ya han bajado la persiana o están a punto de hacerlo --los dos han sido los últimos en anunciar su cierre según publicó Mediterráneo-. Esta situación refleja el momento complicado por la que atraviesa este sector que, pese a intentarlo, no termina de recuperarse del todo.
Tal y como reconocieron ayer tanto Mauro Gómez como Tere Esteve, vicepresidente y secretaria técnica de Confecomerç respectivamente, «la situación del sector en el centro de Castelló no es buena». Ambos coincidieron en señalar que el esfuerzo por sacar adelante el gran barco del comercio, uno de los pilares de la economía local, tiene que ser a dos bandas. Es decir, entre las administraciones y los comerciantes «tenemos que poner de nuestra parte».
Para Esteve, es necesario que tanto el Ayuntamiento como la Diputación y la Generalitat lleven a cabo acciones que resulten atractivas para dinamizar el centro. «Sabemos que los hábitos de
compra han variado y los comerciantes hemos de cambiar la mentalidad, pero necesitamos sobremanera que las administraciones nos ayuden a crear el entorno adecuado para que venga gente al centro y las ventas se incrementen», afirmó Esteve, quien cree imprescindible reconquistar al público para que vuelva al casco urbano. «Si bien se están haciendo cosas para intentar reactivarlo, nunca es suficiente», continuó.
¿Y LAS REBAJAS? La secretaria técnica de Confecomerç destacó también que el comercio «sobrevivirá pero se tiene que adaptar el entorno por parte del Ayuntamiento, que la Generalitat cambie las leyes, principalmente en lo que hace referencia a las rebajas porque
el comercio no puede vender siempre en promociones y descuentos, y un cambio de mentalidad del comerciante». «Es necesario trabajar todos juntos», dijo.
Por su parte, Mauro Gómez afirmó que si bien el consistorio está haciendo cosas, «siempre le pedimos un mayor esfuerzo porque el centro tenía que haber estado más atendido por parte del Ayuntamiento desde hace tiempo». «No nos pueden cortar los accesos como sucede en otras localidades porque Castelló tiene una estructura y distribución vial complicada y diferente», detalló.
El vicepresidente de Confecomerç recordó que la falta de relevo generacional en el comercio del centro de Castelló es otro de los hándicap a los que se enfrenta
el sector y reconoció que, pese a que se cierran locales, otros se abren como ha sucedido en las calles Colón, Alloza y Enmedio.
REACCIÓN MUNICIPAL Por su parte, el concejal de Comercio del Ayuntamiento de la capital, Alberto Vidal, conocedor de la situación de crisis por la que atraviesan los comercios locales, afirmó ayer que desde el consistorio «hay que primar la accesibilidad al centro». Recordó, así, la importancia de la dinamización del casco urbano «con las campañas, sorteos, desfiles, mejora de la información al consumidor, el embellecimiento de esta zona, los bonos comerciales o acciones junto al Gremi de Forners que estamos o vamos a llevar a cabo en la ciudad».