Alquilado o propietario, la ayuda varía
Las ayudas para nuevos alquileres incluidas en el decreto de urgencia aprobado el lunes para apoyar a los afectados por el incendio de Campanar establece una diferencia entre las personas que tenían una propiedad en el edificio siniestrado y las que residían allí como inquilinos. El decreto del Consell fija que las familias que compraron un piso en el inmueble y residían habitualmente en él podrán recibir hasta 1.500 euros al mes (mil euros de base más 100 por miembro de la familia) durante un año para alquilar una nueva vivienda, siempre que no dispongan de otra a menos de 30 kilómetros de València. En cambio, para quien residía allí en alquiler, el máximo temporal por el que podrán contar con esta ayuda será de tres meses.
¿Por qué esa diferencia? Según señalaron ayer fuentes de la Generalitat, porque «los que estaban alquilados ya no lo están, y se les paga tres meses en otra casa siempre que justifiquen ese arrendamiento». Los propietarios no han perdido un alquiler, sino la que era su residencia habitual.
Los inquilinos del edificio de Campanar consultados por este periódico consideran, por contra, que esta distinción resulta «injusta» hacia ellos, ya que tres meses son un periodo «insuficiente» para encontrar una vivienda en València. «Lo veo escaso y no lo veo justo», asegura Miguel, quien el jueves perdió el piso de unos 100 metros en el que vivía alquilado.
Según la Cátedra Observatorio Vivienda de la Universitat Politècnica, el alquiler medio de un piso de 70 metros cuadrados en la capital del Turia pasó de 1.201 euros en verano de 2022 a 1.571 en otoño de 2023. «Tal como está el mercado es bastante difícil encontrar un inmueble de esas características», explica. Tras el siniestro, Miguel, de 51 años, ha podido alojarse en la casa de sus padres y, aunque va a acogerse a la ayuda ofrecida por la Generalitat, de momento no ha mirado una nueva residencia en la que emplear ese dinero. «Lo miraré cuando llegue el momento porque primero tenemos que resolver otras cosas», comenta.
Otros habitantes del edificio sí que están esperando a que el Ayuntamiento les entregue las llaves de alguna de las 131 viviendas municipales en el barrio de Safranar que ha puesto a su disposición por tres meses, prorrogables según los casos. Florencia se acogerá a las ayudas, aunque considera que los tres meses son «insuficientes» para «empezar de nuevo».
«Una ayuda para el alquiler de tres meses no nos soluciona nada», indica un afectado