Morella culpa a los jubilados de la cancelación de su fiesta
Aseguran que «desde el primer momento» explicaron a los mayores que no podrían celebrarla en el Espai Firal por obras, algo que ellos desmienten
Cuatro días después de que Mediterráneo se hiciera eco del malestar de la asociación de jubilados de Morella ante la cancelación de su fiesta anual del 7 de julio por la ejecución de unas obras en el Espai Firal, el equipo de gobierno (Independents per Morella) dio ayer su versión de esta polémica.
Lo hizo a través de un comunicado que colgó en las redes sociales del Ayuntamiento, en el que responsabilizan a los propios pensionistas de la suspensión de su jornada. «Desde el primer momento, el consistorio explicó a los afectados que no era posible realizar la comida en esas fechas debido a unas obras programadas en el edificio», comienza el post.
Según exponen, semanas después, los jubilados comunicaron al consistorio que ya tenían varias empresas contratadas. Desde el mismo alegan que entonces volvieron a repetirles que la fiesta «no se puede hacer en el Espai Firal» y, ante la problemática generada, les ofrecieron la posibilidad de realizarla en otros lugares, como la Fábrica Giner y los claustros del edificio Colomer Zurita, que limpiarían y adecuarían para poder acoger esta fiesta. Pero «estos espacios fueron rechazados por parte de la directiva» de la asociación, remarcan, y dejan claro que esos enclaves alternativos que el Ayuntamiento podía aportar «continúan a su disposición, al igual que el Espai Firal en fechas que se puedan celebrar las actividades».
La junta directiva de la asociación de jubilados desmiente el comunicado y niega categóricamente que les informaran en un principio de las obras. «Se nos informó de los trabajos y de la no disponibilidad del Espai Firal después de haber contratado a las empresas de catering y orquesta», matizan.
Dardo al gobierno anterior
En el escrito del Ayuntamiento, el ejecutivo actual culpa al anterior gobierno (PSPV-PSOE) de no poder haber empezado las obras antes. «El anterior equipo de gobierno ya había concedido para el 8 de junio la celebración de otro acontecimiento sabiendo que se tenían que hacer estos trabajos e imposibilitando empezarlos antes de esta fecha», puntualizan. Y destacan que si estas obras no se llevan a cabo, «pueden suponer la pérdida de la ayuda de 180.000 euros del coste de la obra, así como la supresión de 1,2 millones del plan de sostenibilidad concedido al consistorio para diferentes actuaciones».