El choque de un aire frío con un flujo húmedo
El fenómeno meteorológico conocido popularmente como gota fría es consecuencia de la interacción entre un embalsamiento de aire frío en niveles altos de la atmósfera, situado ahora sobre el estrecho de Gibraltar, con un flujo húmedo ubicado en el Mediterráneo. Técnicamente, su denominación es depresión aislada en niveles altos (DANA).
Esta situación meteorológica, que hace 10 años que no se producía, puede afectar de lleno al este de la provincia de Teruel, es decir, a las comarcas situadas más cerca de las provincias de Tarragona, Castellón y Valencia, donde se espera que se produzcan las precipitaciones más altas, con hasta 200 litros por metro cuadrado. En Teruel, que se halla en nivel rojo de alerta por lluvias, la acumulación puede alcanzar los 120 litros en 24 horas.
«La gota fría es un fenómeno típico de octubre que hacía tiempo que no se vivía en el Mediterráneo», explicó ayer Rafael Requena, responsable de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Aragón. «Las dos borrascas, la del Estrecho y la del Mediterráneo son un cóctel molotov», dijo gráficamente el meteorológo.
«No tiene nada que ver con las tormentas de verano, en las que en cuestión de pocas horas e incluso de minutos pueden caer grandes cantidades de agua», señaló Requena. «Ahora la lluvia caerá durante más horas y de forma que puede ser intensa en una zona muy amplia», añadió.
Requena incidió en que el fenómeno de la gota fría no está tampoco relacionado con la tromba que ocasionó la semana pasada más de 10 muertos en Sant Llorenç, un pueblo del este de la isla de Mallorca en el que, en cuestión de minutos, se formó una ola de cinco metros de altura que arrastró vehículos y personas. A diferencia de esa explosión de lluvia, la gota fría se prolonga en el tiempo y provoca la acumulación de muchos litros de agua en periodos de tiempo largos.